¿CAMBIA? NADA CAMBIA
(Publicado esta semana en Semanario VOCES) Desde que se realizan las elecciones internas, ha quedado bien claro que si las elecciones no fuesen obligatorias la abstención sería enorme. En estas, apenas se logró un 3% más que en la anterior (que fue la de más baja participación), y posiblemente ese repunte se deba a los fenómenos de Sartori y Manini, que convocaron a un electorado diferente del habitual. En 1999 concurrieron el 53,7 % de los habilitados, en 2004 el 45,7%, en 2009 el 44,8%, en 2014 bajó al 37%, y ahora, el 40. La enorme mayoría de los uruguayos es indiferente a lo que pasa en las internas. En el Partido Nacional, nada que sorprenda, salvo señalar lo positivo que significa que, al parecer, en este país no puede venir un tipo con mucha guita y con ese solo expediente ganar una elección. En el Partido Colorado, la buena nueva de que los dinosaurios se extinguen. En lo que tiene que ver con el oficialismo, la comprobación de algo que es evidente aunque se diga lo cont