EN EL PAÍS DE LOS DISTRAÍDOS

No hay nada más peligroso que andar por la vida distraído; y sin embargo, eso es lo que parece pasarle a muchos uruguayos. Lo llamativo de la cuestión, es que los más distraídos son quienes menos deberían estarlo. Me explico. Yo, carpintero, puedo distraerme respecto de los problemas del precio y la comercialización de las verduras, y la consecuencia será leve, tal vez pague un pesito más la lechuga. Pero si me distraigo en las cuestiones que tienen que ver con la madera o los herrajes, o me distraigo mientras trabajo en la sierra sin fin, las consecuencias pueden ser graves. Últimamente parece que políticos y dirigentes sindicales andan bastante distraídos y no atienden debidamente los temas que deberían importarles sobremanera. La flamante ministra de Educación y Cultura, descubre que las promesas hechas por el presidente de la república en la campaña son imposibles de cumplir, que no hay forma, que son un disparate, que decir que “en 2020 el 100% de los jóvenes de hasta 1...