NO CONFUNDIR LOS SÍNTOMAS



La irritación de garganta es la causa de un buen número de las consultas médicas y puede estar ocasionada por diversas dolencias, como la faringitis, la laringitis y las amigdalitis -propias de la garganta-, u otras más graves que se desarrollan en otros lugares del aparato respiratorio, como la bronquitis aguda. Asimismo, algunas enfermedades, como la escarlatina, el sarampión, la difteria o la gripe se manifiestan al principio con el único síntoma del dolor de garganta. Ahora bien, como todo el mundo se imaginará, no voy a hablar aquí de medicina, sino de política. Y lo que quiero decir, es que las pasadas elecciones departamentales y municipales dejaron a la vista un montón de síntomas de alguna “enfermedad” que estaría sufriendo nuestro Frente Amplio, pero que corremos el riesgo de confundirnos y de querer operar al enfermo de algo que en realidad no tiene, y dejarlo con la enfermedad verdadera. Tiempo después, si nos equivocamos, el paciente tal vez se nos muera, y nadie parece querer eso. También está el otro riesgo, el de decir que “no es nada, es apenas un dolor de cabeza, ya se le va a pasar, le damos un analgésico y ya está”, y no tener en cuenta que algunas veces el dolor de cabeza puede ser un síntoma de un problema de base muy serio como una embolia o tumor cerebrales que requieren de atención médica inmediata. Sin olvidar, además, que los síntomas no aparecieron el domingo pasado: se necesitó un balotaje para lograr la Presidencia, y se perdieron dos bancas en diputados.
LAS MALAS
Por primera vez en 33 años –desde la aparición de la fuerza política- el Frente Amplio ha visto reducido notoriamente su caudal de votos. Al parecer (al momento de escribir esta nota no tengo los datos finales) perdimos Paysandú, Salto, Treinta y Tres y podemos perder Florida. Esto no es para nada bueno. Algunos analistas han dicho que en realidad el FA no retrocedió, ya que en muchos casos tuvo la misma cantidad de votos que en la elección anterior (en Salto, en donde perdimos la intendencia, se dio incluso que tuvimos más votos que en el 2005), pero de lo que se trata no es de obtener una gran cantidad de votos, sino de obtener el gobierno cuando no se lo tiene y de retenerlo cuando es nuestro. Si tenemos el gobierno y lo perdemos es un retroceso, se lo mire por donde se lo mire, y habrá que analizar los por qué.
La votación para las alcaldías fue bajísima (sobre todo en Montevideo). Seguramente para este traspié hay muchísimas explicaciones: desconocimiento de la ciudadanía de qué se trataba (no se explicó suficientemente); en algunos casos hubo hasta falta de entusiasmo de los propios intendentes frenteamplistas para apoyar una descentralización que les podía hacer perder espacios de poder; falta de discusión en el proceso de elaboración de la Ley de Descentralización a nivel de quienes iban a ser los principales beneficiarios: el pueblo, etc. Lo que nos queda ahora son nuevos organismos electivos que comienzan a funcionar con escaso apoyo popular.
Un alto porcentaje de votos en blanco. Y en este caso habrá que analizar caso por caso, porque no es exactamente lo mismo el voto en blanco en Montevideo que en Canelones, o que en cualquier otra parte del país, y habrá que ver qué significa en cada caso, cuáles son los matices, cuáles los mensajes, de quiénes y hacia quiénes. Algunos compañeros se han apresurado a desentrañar el mensaje, y lo han adjudicado (en el caso de Montevideo) al malestar en los frenteamplistas por la forma en que se resolvió la candidatura. Es probable que haya mucho de eso, y aunque yo no comparta el malestar que se supone que muchos frenteamplistas tienen (el proceso de designación de la candidatura se hizo de acuerdo a los estatutos y como se ha venido haciendo desde siempre), no se puede hacer oídos sordos a una cuestión que parece afectar a gran cantidad de compañeros. Pero no se pueden descartar de buenas a primeras otras cuestiones. Entre otras, la posible disconformidad con la gestión. Blancos y colorados desconformes tienen una forma natural de expresar su descontento: votar al partido contrario al que está en el gobierno. Los frenteamplistas, tal vez expresen su disconformidad votando en blanco. Y no es de descartar otras motivaciones, como el hastío de tanta votación y otras por el estilo. Habrá que verlo detenidamente, y escuchar todas las voces y todas las opiniones, con espíritu abierto y constructivo, con la mira puesta bien en lo alto como se debe hacer cuando se está forjando el futuro.
LAS BUENAS
Por primera vez tres mujeres electas como intendentes por la ciudadanía (una de ellas por el Partido Nacional). En el departamento de Artigas, la candidata frenteamplista, Patricia Ayala ganó con el 44,92% de los votos. Esa sí que es buena. Como dice la propia Patricia: “Acá en Artigas se logró la conjunción de dos cosas: de lo que ha hecho el gobierno nacional, por supuesto que esto tuvo mucho peso, porque la gente vio que el Frente se comprometía, el Frente lleva adelante ese compromiso y son de las cosas que le ha devuelto a la gente la credibilidad. El trabajo que hizo el Mides a nivel nacional acá en Artigas tocó y tocó profundo. Y por otro lado el trabajo que hemos hecho nosotros los frenteamplistas en el departamento, que no hay que despreciarlo y no hay que minimizarlo, hay que llevarlo adelante (...)”. Credibilidad y trabajo militante parece ser la fórmula. Habrá que ver entonces aquellas fallas y estos aciertos.
El rotundo triunfo en Maldonado, impensable hace dos años atrás, y el amplísimo triunfo en Rocha y en Canelones, aunque habrá que analizar las razones del alto porcentaje de voto en blanco en este último departamento.
La oposición no ha sido capaz de captar la insatisfacción frenteamplista. Este no es un dato menor, porque nos hace mantener la esperanza de recuperar a esos ciudadanos. Una cosa es que el ciudadano insatisfecho vote a otro partido -y tal vez hasta se pase a militar en otro partido- y otra cosa es que manifieste su disconformidad votando en blanco o anulado. Ese ciudadano necesita ver que nuestra fuerza política asume sus errores, busca las formas de enmendarlos y pone en práctica las medidas necesarias para corregirlos. La gente "no espera pretextos ni explicaciones sino que cambiemos las cosas", dijo Enrique Pintado, y tiene razón.
ANALIZAR CON CABEZA PROPIA
Cuatro días antes de la elección, en un desayuno organizado por la ADM, disertaron el sociólogo César Aguiar, y los politólogos Oscar Bottinelli, y Adolfo Garcé. Dijo allí César Aguiar: "En Maldonado y Salto los intendentes frenteamplistas van en coche para la elección del domingo, pero no por méritos propios de sus respectivas gestiones, sino por la fragmentación que se observa en ambos casos en la oposición". Indicó además que el FA tenía asegurado el triunfo también en Paysandú. El coche en Salto pinchó, y perdimos ambas intendencias. Botinelli compartió lo dicho por Aguiar, aunque advirtió que existía una "amenaza" de perder la elección para el FA en Paysandú y Florida, mientras que Cerro Largo estaba "en riesgo" para el Partido Nacional. La paridad que preveía Botinelli en Cerro Largo, no fue tal, el Partido Nacional terminó en el entorno del 55% de los votos, y el FA llegó apenas al 40%. Adolfo Garcé, señaló que "La luna de miel de Mujica tendrá impacto en los resultados de las elecciones del domingo". En base a eso, dijo que "durante la luna de miel, los candidatos del partido del presidente corren con ventaja". A su vez, dijo que los 13 intendentes que van por la reelección "tienen ventajas" sobre el resto de los candidatos. Ni la luna de miel ni la reelección sirvieron de nada en Treinta y Tres, Salto, Paysandú y Florida. Tan animado estaba Garcé que se animó a pronosticar que el FA obtendría una muy buena votación el domingo y que el partido de gobierno podía ganar "alguna intendencia más" de las 8 que obtuvo en el 2005. Habrá que extraer algunas conclusiones de estas cosas también.

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