PARECE MENTIRA LAS COSAS QUE VEO...
Los hechos son
bien conocidos:
Policías
uruguayos en vehículos de la embajada de EE.UU. abordaron en la noche del
miércoles a un dirigente blanco para pedirle documentos. Tras bajar de un
ómnibus, Gonzalo Baroni (el representante de los jóvenes en el directorio del
Partido Nacional) caminaba por la calle Bolonia, en Carrasco, escuchando el
clásico. De pronto se cruza con dos camionetas negras 4 x 4 con matrícula
diplomática y vidrios polarizados. El conductor bajó la ventanilla. Se
produce un rápido intercambio de miradas con el dirigente blanco y estaciona el
vehículo marca Dodge. "Señor,
señor, documentos por favor", reclamó el chofer, que estaba vestido de
civil, mientras paraba el otro vehículo y descendían una mujer y otros tres
hombres, dos de ellos portando uniformes extranjeros. "Tenían pinta de marines. Altos, rapados a los costados de la
cabeza, rubios", observó el joven.
"Denme sus documentos. ¿Quiénes son
ustedes ? ¿Por qué se bajan de un vehículo diplomático?", les preguntó
Baroni. "Somos policías, estamos
trabajando para la embajada de Estados Unidos y estamos haciendo una asistencia
a los patrulleros y la seccional de la zona", respondió con frialdad
el único de los agentes policiales que habló. "Muéstrenme alguna documentación o algo que los identifique",
insistió Baroni. Al instante, el agente exhibió una placa policial con
figuras metálicas. A continuación el policía pidió nombre completo, documento
de identidad y dirección al dirigente nacionalista. "A partir de ahora nos vas a empezar a ver más seguido acá en la
vuelta", afirmó el policía mientras devolvía la cédula al sorprendido
Baroni. Mientras tanto, los marines miraban desde una prudente distancia
sin intervenir en el procedimiento. Tras despedirse del personal policial
y de los funcionarios de la embajada, Baroni llamó al 911 para consultar sobre
la presencia de policías uruguayos en vehículos oficiales americanos. La
operadora del servicio de emergencia no pudo explicar los pormenores del caso y
trasladó la consulta a su jefe, que a su vez replicó el llamado a la comisaría
de Carrasco. En la seccional 14 lo atendió el sargento de guardia y le explicó
la situación. "La embajada de
Estados Unidos está preocupada por la inseguridad y a partir de ahora van a
ayudar a la seccional y los patrulleros de la zona", respondió el
sargento, según Baroni.
LAS ¿EXPLICACIONES? OFICIALES
Más tarde, el
viceministro del Interior (http://www.subrayado.com.uy/Site/noticia/20290/embajada-de-eeuu-respondio-sobre-su-patrullaje-en-carrasco), Jorge Vázquez, reconoció que desde hace más de 20
años la Embajada de EE.UU realiza estos procedimientos para dar protección a
sus funcionarios cerca de sus residencias.
Vázquez dijo que
“no son operativos que realicen efectivos
uruguayos en vehículos de Estados Unidos, lo que existe sí desde hace más de 20
años es que, la embajada de EEUU tiene dispositivos de seguridad que se encargan
de cuidar las residencias y las jerarquías de la embajada de los EEUU. Para
ello cuentan con sus propios vehículos y
cuenta con personal contratado que es de la embajada y personal policial en
régimen de 222. Ellos lo que hace es: patrullan, recorren, vigilan, las
instalaciones de la embajada o que tienen que ver con la embajada, y
eventualmente, si algo le llama la atención, los funcionarios policiales pueden pedir documentos”. “Como hay funcionarios policiales uruguayos
de apoyo a las otras embajadas” agregó Vázquez.
Esto es, no se
trata de operativos que realicen policías uruguayos en vehículos de EEUU, sino
que son vehículos de la embajada de los EEUU en el cual viajan policías
uruguayos contratados por la embajada y que patrullan las calles y
eventualmente pueden pedirle los documentos a las personas. No es lo mismo. ¿Qué
usted no encuentra la diferencia? No se sienta mal, yo tampoco, y creo que
nadie.
Al parecer, los
vehículos de la embajada patrullan, recorren, vigilan las instalaciones de la
embajada (que no están obviamente en carrasco) o que tienen que ver con la
embajada (por allí es la residencia de la embajadora). Ahora bien, ¿quién
define que es lo “que tiene que ver con la embajada”? Si la embajada de los
EEUU sospecha que en Cerro Norte vive un fulano que eventualmente pudiera
atentar contra la seguridad de la embajadora, ¿pueden trasladarse hasta allá
los marines (con un policía uruguayo, of corse) a pedir documentos? ¿Qué es lo
que eventualmente puede llamar la atención a los marines? Al parecer un joven
que vive en carrasco y camina por las calles de carrasco rumbo a su casa de
carrasco les llama la atención.
Cuando el
periodista le dice que lo que le llamó la atención al joven fue que estuvieran
en un auto de la embajada, la respuesta de Vázquez es:
“Los procedimientos no los hacen los vehículos, los
hacen las personas. Y las personas son policías que tienen su identificación”.
Sí, claro, tiene
razón Vázquez, yo al menos no he visto un auto pedirme documentos, aunque no lo
descarto. Tampoco los drones son los que bombardean, siempre hay un humano
(¿humano?) apretando un botoncito. Pero olvida Vázquez un detalle tal vez
menor, que comenzó diciendo que “no son
operativos que realicen efectivos uruguayos en vehículos de Estados Unidos”.
Vázquez repite
más de una vez (en la entrevista que vi en canal 10, y que es la que comento)
que “hay funcionarios policiales
uruguayos de apoyo a las otras embajadas”, tal vez queriéndonos hacer creer
que sería lo más natural del mundo que mañana nos parara un auto de la embajada
iraní y de allí bajara un tipo diciendo que es policía (no está demás recordar
que el reglamento del 222 dice que tiene que estar uniformado) y nos pidiera
documentos; o tal vez un auto de la embajada cubana, o de la venezolana, o de
la de Israel, haciendo lo mismo. Para algo somos proletarios e
internacionalistas.
EXPLICACIONES (¿EXPLICACIONES?) FORÁNEAS
La embajadora de
los Estados Unidos también encuentra normal el procedimiento, porque a ella
también muchas veces la detienen los policías en Nueva York y le piden
documentos, son procedimientos normales.
Claro, la
embajadora soslaya un pequeño detalle, no aclara que los policías que le piden
documentos en Nueva York están de uniforme, y no se bajan de un auto de la
embajada de Uruguay. Yo, tú, él, nosotros, nos preguntamos si a la señora
embajadora le parecería normal que de un vehículo de la embajada de Irán, en
Nueva York, se bajaran dos tipos con turbantes y un policía (neoyorkino él,
claro está) le pidiera documentos. Seguramente el escándalo sería mayúsculo, se
convocaría al Consejo de Seguridad de la ONU y se prepararía una invasión de la
OTAN a Irán (como mínimo, como para arrancar).
Pero como se
trata de un paisito de morondanga, sobre el cual durante toda su existencia han
tenido la influencia que han querido, y eso no ha cambiado con un gobierno
progresista, entonces las explicaciones que se dan desde la embajada pueden ser
todo lo estúpidas que se quieran.
EXPLICACIONES PROPIAS
No tengo. No me
lo explico. No me puedo explicar como dirigentes que uno suponía de izquierda,
que se levantaron en armas con consignas antiimperialistas por la liberación
nacional, hoy les parezca totalmente normal que autos de la embajada yanqui patrullen
las calles de la ciudad con la excusa que sea. No me puedo explicar como pueden
utilizar como único argumento que eso se hace desde hace 20 años por lo menos,
porque para eso los votamos, para que este tipo de cosas nos sucedan más, para
que cambien, no para que las legitimen. Por cosas como estas, este gobierno y
el Frente Amplio hacen agua por el costado izquierdo del buque. Cuando se hunda
el barco, buscarán explicaciones de cualquier índole. No supimos explicar
nuestros logros, dirán. Parafraseando al presidente, me atrevo a decirles: no
sean nabos. Agreguen esta perla al collar junto a otras: tratado de protección
de inversiones, tropas a Haití, maniobras Unitas, pedido de ayuda a Bush contra
los argentinos, etc. etc. y verán que no es tan difícil encontrar explicaciones
al hundimiento.
José Luis Perera
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