TRISTE, MUY TRISTE
El
caso de la licenciatura (ficticia) de Raúl Sendic ha impactado en la
opinión pública, tal vez más que el otro caso que también lo
involucra, el de la pésima administración de la petrolera estatal.
Y el impacto se ha manifestado de diversas formas, aún en la forma
silencio, que es una de las posibles cuando el bochorno es grande.
EL
HECHO
El
hecho concreto es que Raúl Sendic (ex diputado del 26 de marzo, ex
director y presidente de Ancap, ex ministro de Industria y Energía,
actual senador y vicepresidente de la República) ha venido
utilizando en su curriculum algo que es totalmente falso: ha figurado
desde hace mucho tiempo en cuanto lugar público es posible, como
“Licenciado en Genética Humana”. Y por si eso no fuera suficiente,
dice que graduado “con medalla de oro”. Además ha firmado documentos públicos como Lic.Raúl Sendic. Para colmo de la mentira,
ese título ni siquiera existiría en Cuba. La genética humana sería tan solo una
materia en la carrera de Biología, y Sendic era estudiante de
Medicina.
Este
hecho es inmoral, y está apartado de cualquier concepción que uno
pueda tener sobre la ética de las personas en general, pero de los
personajes públicos en particular.
Sendic
hace poco más de 48 horas reconoció a un medio de prensa que eso
era falso, que nunca había cursado una licenciatura en genética
humana, y que tan solo había hecho un curso corto para dar clases de
genética (no sabemos si terminó ese curso y si llegó a dar
clases). No explicó por qué, si era falso, no lo había hecho saber
y no había pedido que se eliminara ese dato del currículum con que
se presentaba en todos lados. Porque ese dato figura en su
candidatura a la presidencia de Ancap, figura en el Parlamento, en la
página web de su lista oficial, la 711, etc.
Hasta
ahí, la cosa hubiera tenido un final más o menos decente, en la
medida de que había cometido un acto inmoral pero ahora lo reconocía
y lo admitía. Tal vez con agregarle alguna forma de arrepentimiento
y un pedido de disculpas a la ciudadanía y a todos quienes
naturalmente habían confiado en su palabra, el hecho se hubiera
mantenido como comentario en las redes y en poco tiempo se olvidaría
como suele pasar en este país con los desaguisados de la política.
Pero
sucede que pocas horas después, Sendic hace una breve conferencia de
prensa en la que vuelve a afirmar que sí es licenciado, y que ha
pedido a la Universidad de La Habana que le envíe el título.
Y
en este punto la cuestión se pone aún más turbia. Que dijera que
era licenciado cuando en realidad nunca cursó una licenciatura (es
lo que él mismo confesó) nos parecía falto de toda ética, inmoral
por donde se lo mirara. Que luego reconociera que jamás había hecho
una licenciatura sino un curso corto para dar clases, de alguna
manera lo reivindicaba; con rodeos pero reconocía que la había
“macaneado” (otra vez de nuevo diría el general). Pero que ahora
vuelva a mentir diciendo que hizo nuna licenciatura que ni siquiera
existe, da pena, da cuenta de un personaje que está gravemente
enfermo y que necesita apoyo. Apoyo político ni que hablar (cada vez
que habla se hunde un poco más), pero también de otro tipo.
REACCIONES
Reacciones
oficiales -al menos al momento en que escribo esta nota- no han
abundado, más bien todo lo contrario. Al parecer el presidente
Vázquez estaría muy molesto y se habría comunicado con Sendic por
teléfono para pedirle explicaciones.
Según
consigna El Observador, “a nivel del oficialismo la noticia fue
recibida con “estupor”. En el vazquismo habría malestar y
desconcierto. Se advierte que el asunto erosiona la imagen y carrera
política del vicepresidente pero que también afecta al gobierno y
al Frente Amplio. El ex presidente Mujica, por otra parte, dijo un
par de estupideces -como siempre- que ni merecen ser mencionadas.
No es el único que ha dicho estupideces en torno a este tema, por cierto. He leído a periodistas por ejemplo escribir que están a favor de que todo el mundo se arrogue el título que quiera, académico o nobiliario. Muy
curioso es algo que menciona también El Observador, y es que “en
el entorno de Vázquez se advierte que no hay ninguna posiblidad de
pedirle la renuncia dado que fue elegido por el voto popular”. Lo
que no advierten es que “pedir la renuncia” es eso, un pedido,
puesto que el destinatario renuncia si quiere ya que no está
obligado. Y lo que deberían hacer es pedirle la renuncia, como
corresponde. Sendic hará lo que considere conveniente hacer
(imposible saberlo a esta altura).
Uno
de los pocos que se animó a defender a Sendic parece que fue su
compañero de lista el diputado Caraballo, quien al parecer no tenía
ningún argumento nuevo y recurrió al que se viene utilizando desde
que comenzó la investigadora sobre Ancap: “es
un eslabón más de una campaña de persecución y acoso cuyo
objetivo es evitar que sea candidato en 2019”.
La
oposición no tuvo fisuras en criticar lo hecho por Sendic, y muchos
han señalado desde ya que Sendic debería renunciar.
LA
OPINIÓN PÚBLICA
Las
opiniones en las redes sociales son abrumadoramente mayoritarias en
cuanto a condenar lo que hizo el vicepresidente, y el hecho se ha
prestado para todo tipo de manifestaciones, tanto de indignación
como de humor.
Por
el lado de los incondiconales del gobierno, es posible percibir en
algunos un “pps
vazquiano” (profundo y prolongado silencio), pero también ensayos
tímidos de defensa sin demasiada convicción, o el clásico desvío
hacia otros tópicos, amén de señalar que “los rosaditos” ya
habían hecho cosas similares.
Muchos
confunden el tema y dicen por ejemplo: “que importa si tiene título
o no; muchos no tienen título y son excelentes legisladores; lo que
importa es la gestión”. Y por cierto que es así, no se necesita
un título para ser legislador o director de una empresa pública, no
es esa la cuestión. La cuestión es que Sendic inventó un título
que no tiene y que eso es una inmoralidad, y que la ciudadanía
debería -por la salud del sistema democrático- rechazar ese tipo de
conductas apartadas de la ética por parte de los dirigentes
políticos, quienes deberían ser en ese sentido referentes y no
malos ejemplos. Y cuando decimos que la honestidad debe pasar a un
segundo plano y que lo que importa es la gestión estamos diciendo
algo muy grave, algo que esperemos nuestros hijos no vayan a tomar
como válido. Ciertamente, nuestra sociedad de hoy en día es una
muestra de a donde nos lleva ese tipo de pensamiento.
Insisto,
el problema no es si tiene un título o no y si ese título es bueno
malo o neutro para su actividad política; el problema es que es un
mentiroso, es alguien que se inventa un título y se pone unas
cocardas que no tiene, un inmoral, una persona sin ética alguna; ese
es el problema, si los ciudadanos estamos dispuestos a admitir que
nos mientan descaradamente aquellos que nos gobiernan estaremos
hipotecando nuestro presente y nuestro futuro.
Otros
reclaman que se critique a los partidos tradicionales por cuestiones
iguales o parecidas, y el ejemplo más recurrente es el del ex
vicepresidente colorado Luis Hierro López, que ostentaba un titulo
de profesor que en realidad no poseía. Bien, de acuerdo, hay que
recordar esas cosas. Pero quienes eso plantean no piden que se
recuerde el hecho para condenar todos los casos de deshonestidad
incluido el de Sendic. No, el planteo es más bien como para dejar
sentado que no es tan grave porque otros ya lo han hecho, como para
diluir la culpa de Sendic en un balde lleno de otras culpas
similares. Y no señores. Que otros hayan cometido asesinatos antes
no hace que un asesinato cometido hoy sea menos grave. Recordemos sí,
está bien, todos los casos de corrupción desde los inicios de la
historia de nuestro país si se quiere, pero hagámoslo para condenar
con más fuerza los actuales para erradicar para siempre esos
comportamientos.
Termino
recordando algo que decía en un artículo que escribí hace dos
años: “...
lo grave, lo gravísimo, y lo que hunde definitivamente el proyecto
que soñaron los fundadores del FA en el 71, es la indolencia y el
quemeimporta de la gran mayoría de los frenteamplistas. Porque si la
honestidad no importa, si la mentira es permitida, si todo vale, si
en función de algunos índices macroeconómicos o de determinados
porcentajes del PBI, o del investment grade, la degradación moral de
la política no importa, entonces a no quejarse si la gente concluye
en que “son todos iguales”. La falta de honradez, la mentira, la
soberbia de un puñado de dirigentes políticos, es grave para el
presente. Pero la falta de reacción de quienes los votan, compromete
el futuro, y eso es grave y triste”.
Comentarios
lo grave, lo gravísimo, y lo que hunde definitivamente el proyecto que soñaron los fundadores del FA en el 71, es la indolencia y el que meimporta de la gran mayoría de los frenteamplistas.
Porque si la honestidad no importa, si la mentira es permitida, si todo vale, si en función de algunos índices macroeconómicos o de determinados porcentajes del PBI, o del investment grade, la degradación moral de la política no importa, entonces a no quejarse si la gente concluye en que “son todos iguales”. La falta de honradez, la mentira, la soberbia de un puñado de dirigentes políticos, es grave para el presente. Pero la falta de reacción de quienes los votan, compromete el futuro, y eso es grave y triste”.
TODO SERA UNA NUBE DE HUMO PARA TAPAR LAS INMORALIDADES DE SUS INTEGRANTES
DE LSPERDIDAS DE ANCAP NO HABLAN
TODO ES NORMAL PARAEL F.A LOS OTROS ERAN PEORES
CADA DIA ESTOY MAS FELIZ DE MI VOTO EN BLANCO
En ese marco, el vicepresidente de la República y ex presidente de ANCAP durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez, expresó, en conferencia de prensa, que “la razón fundamental del aumento de los costos de distribución del ente autónomo, fue que hubo necesidad de reconocer el acuerdo salarial entre los estacioneros y los 8 mil trabajadores en estaciones de servicio.
“Estos trabajadores pasaron de 4 mil pesos a por lo menos 10 mil pesos. sendic podes vivir con ese sueldo?
que defachatez
VOTO EPISTOLAR
http://faurumex.org.mx/?p=38725
CRÓNICA DE UNA TERTULIA
En la tertulia del Espectador, un viernes por ese entonces, estaban Carlos Maggi, Juan Grompone, Matilde Rodríguez y Mauricio Rosencoff. Emiliano Cotelo propone como tema las declaraciones de la Jueza Mota al diario argentino página 12, y las lee. Pregunta quien empieza, y Carlos Maggi pide la volada para arrancar.Y allí, este intelectual de derecha comenzó a vomitar insultos sobre la jueza Mariana Mota, entre los cuales destaco: "desbocada", "desequilibrada", "prejuzga y no puede seguir ejerciendo la justicia en un campo en el cual ella está totalmente embanderada de antemano", “no da garantías ninguna”. "Un juez fanático es un peligro público", "sería bueno que pasara a ejercer en el derecho civil, donde pueda hacer menos daño al honor y a la libertad de las personas".
En un determinado momento, hace mención a unas declaraciones anteriores en las que la jueza Mota comenta sobre los interrogatorios a mujeres víctimas de la represión, a veces les pregunta si fueron violadas y ellas contestan que no, pero que tiene la convicción de que sí. Y dice Maggi: "Lo que tiene es ganas de que las hayan violado para poder juzgar a más gente de una manera feroz".
Se podría tomar uno a uno los comentarios de Maggi, y analizar la pertinencia o no de la acusación hacia Mariana Mota. Se podría uno preguntar qué significa para Maggi embanderarse de antemano en el campo de los derechos humanos ¿sobre qué hay que tomar partido en ese campo? ¿Se debe elegir entre la defensa de los derechos humanos o la impunidad para sus violadores? ¿Se debe embanderar alguien con la verdad y la justicia o debe optar por el bando de la impunidad y el silencio? Si esas son las opciones, entonces no se trata de un insulto sino de un elogio, puesto que al parecer la jueza Mota se habría embanderado de antemano con las banderas de la defensa de los derechos humanos, cosa que ojalá todos los jueces de este país sin excepción hicieran.
¿Condenar a asesinos múltiples como Juan María Bordaberry, acusado de crímenes perpetrados durante su período al frente de la dictadura de (entre otros) Fernando Miranda y Ubagesner Chaves Sosa, y la “desaparición forzada” de Arpino Vega, Luis Eduardo González González, Juan Manuel Brieba, Carlos Arévalo, Julio Correa Rodríguez, Otermin Montes de Oca, Horacio Gelós Bonilla y Eduardo Bleier, es la razón por la que Maggi acusa a Mota de “juez fanático y peligro público”?
Resulta que para la mente enferma de este fantoche de ultraderecha, el fanático y peligro público no es el que viola la Constitución, da un golpe de Estado y se convierte en asesino múltiple de trabajadores y militantes sociales, sino que es la jueza que lo manda en cana.
Pero no vale la pena hacer ese análisis, porque más que acusaciones, cuando se largan todas juntas y en cascada pasan a ser insultos, y los insultos no son tema de análisis.
MAURICIO ROSENCOFF
A continuación, habló Mauricio Rosencoff quien dijo: "me tiene sin cuidado los comentarios de la jueza Mota, en una justicia donde hay una característica de sobriedad, de no hablar de los temas cuando los temas se están tratando, que es una de las características de la justicia que tenemos en este país. Creo que lo de ella es una especie de desacato, a algo que es una ley general. creo que es un tema de desacato".
Este señor, ignora (¿será que lo ignora?) que la jueza no puede hablar de los casos concretos que está tratando, pero que en las declaraciones a Página 12 no habló de ningún caso en particular sino de los derechos humanos en general. Pero Rosencoff igual la acusaba, y además ya le adjudicaba hasta el nombre del delito por el cual habría que condenarla: desacato.
Luego dijo : “creo que el argumento que hace con respecto a Mujica y a Fernández Huidobro es -comodice Carlos (por Maggi) al revés, dice que ellos por estar involucrados son más rencorosos, y es al revés”, “me parece que ahí hay una tergiversación que no tiene nada que ver con la lógica”.
Y obviamente la tergiversación proviene de Matilde y no de Mariana Mota. Porque la jueza no dijo en ningún momento que Mujica y Huidobro sean más rencorosos por estar involucrados. Lo que dijo textualmente fue: “Mujica y el ministro de Defensa fueron rehenes de la dictadura. Tal vez por eso no puedan ver con objetividad un proceso dictatorial que los tuvo como víctimas”. Una cosa es decir que tal vez no puedan ver con objetividad y muy otra decir que son rencorosos. Seguramente Matilde Rodriguez sabe que hay una diferencia. JUAN GROMPONE Y hablando de tergiversaciones, Juan Grompone aportó lo suyo en su intervención “Decir que la línea argentina sobre los derechos humanos es fantástica y maravillosa, y no es como en el Uruguay que es mala es un error de apreciación”.Que obviamente no fue lo que dijo Mariana Mota, sino textualmente: “No hay una promoción de los derechos humanos para que esta situación, que es nacional y nos marcó a todos, se esclarezca. Es bien diferente al gobierno argentino en esa materia”.
Dejo para el final unas palabras de Maggi dichas luego de las intervenciones de Rosencoff y Matilde, porque dicen mucho respecto de los contertulios. Cotelo le va a dar la palabra a Juan, pero Maggi pide para decir algo, y dice lo siguiente:“Yo en este tema esperaba la palabra de Mauricio y la palabra de Matilde, y he quedado prendado de lo que dijeron, y muy orgulloso de estar en la misma mesa que ellos”.Nada que agregar.
EL TRASLADO Mariana Mota dirigía también la investigación judicial sobre el accidente en junio de 2012 del avión de la empresa Air Class que se estrelló en el río de la Plata. En este siniestro murieron los pilotos Walter Rigo y Martín Riva. Tras una primera búsqueda y rescate de los restos del avión, Mota ordenó al Ministerio de Defensa continuar la búsqueda de más restos, pero el ministro Fernández Huidobro desobedeció el mandato judicial.La magistrada cuestionó al ministro en el programa Santo y Seña de canal 4, y dijo que Fernández Huidobro podía incurrir en desacato al desconocer su orden de continuar con la búsqueda de los restos del avión accidentado el 6 de junio de 2012.
Tras meses sin cumplir la orden judicial, a fines de enero de 2013, el ministro decidió retomar la búsqueda y por orden de la jueza Mota convocó nuevamente al buzo y rescatista Héctor Bado, pero faltando pocos días para retomar la búsqueda, el 13 de febrero, la Corte decidió remover a Mota del juzgado penal que ejercía y la trasladó a un juzgado civil.El presidente de la Corte, Jorge Ruibal, aseguró que el traslado no tenía nada que ver con las diferencias que tuvo Mota con el gobierno de Mujica y con el ministro de Defensa.
.ESTAN SUCEDIENDO COSAS GRAAVISIMAS ENEL FRENTE AMPLIO