DEFENDER LA ORGANICA DEL FRENTE AMPLIO
defender la “orgánica” como un principio defenderla del pasmo y las pesadillas de los neutrales y de los neutrones de las dulces infamias y los graves diagnósticos
(con las disculpas del caso a Don Mario Benedetti)
Hacia el Congreso del FA que se desarrollaría en diciembre, nuestro Partido en su propio Congreso hacía énfasis en la necesidad de construir un programa que profundizara los cambios iniciados en este gobierno y, respetando los estatutos y la estructura del FA, resolver ese programa y el candidato en el Congreso, única instancia estatutaria prevista para definir tales aspectos, buscando los consensos o las grandes mayorías para ello. La declaración final del XXVIII Congreso finalizaba diciendo: “Como frenteamplistas de todas las instancias, lo que resolvamos en el Congreso del FA será lo que impulsemos”.
Y en eso estamos. Defendiendo por sobre todas las cosas lo resuelto por la orgánica frenteamplista. En ese marco es que fuimos al Congreso “Zelmar Michelini” y aprobamos un programa y un candidato. No dudamos en decir que nos honra y nos llena de orgullo pertenecer a una fuerza política que, 38 años después de una accidentada y difícil historia, sigue manteniendo su democracia interna como el primer día. Porque vale la pena recordar que el Congreso “Zelmar Michelini” no comenzó el sábado 13 de diciembre. Recordemos que durante meses muchos compañeros prepararon las bases para la discusión del programa a presentar a todos los adherentes frenteamplistas. Luego, durante meses, más de 2.500 asambleas de los comités de base en todo el país y en el exterior discutieron el programa a plantear a la ciudadanía en las próximas elecciones. Con los aportes surgidos de esas asambleas llegamos al Congreso, y allí más de 2300 congresales discutieron en las comisiones temáticas y presentaron las propuestas al plenario, que las volvió a discutir y finalmente aprobó un programa de profundización de los cambios iniciados en el primer gobierno de izquierda. Lo mismo podemos decir acerca del tema candidaturas. Si bien la resolución del tema por parte del Congreso no llegó a insumir dos horas, hay que recordar que los sectores políticos del Frente Amplio estuvieron negociando todo este tiempo con el objetivo de llegar a un acuerdo, y que los propios Comités discutieron sobre candidaturas en los meses previos. Por cierto, no era esto lo que esperaba la derecha, y se llevó una profunda decepción. Como siempre, los defraudamos; ellos esperaban las agresiones, los ataques, la división. Y se quedaron sin nada, porque nuestra fuerza política demostró como siempre el valor de la unidad y la madurez alcanzada en el propio ejercicio del gobierno. El Congreso, entonces, eligió un candidato. José Mujica fue el único de los cinco precandidatos que obtuvo más de los 2/3 requeridos por los Estatutos. El Congreso definió el candidato del FA y habilitó a otros cuatro compañeros a presentarse a la interna. Y en esa línea de defensa de la orgánica interna, el último comunicado del Comité Ejecutivo del PCU del 24 de enero pasado dice: “Fieles a la concepción del FA, en las internas trabajaremos para que se elija como candidato a la presidencia de la Republica al que definió el Congreso: el compañero José Mujica”.
TERCER POLO
En el mes de enero, mientras EL POPULAR no estaba en la calle, surgió un tema en la agenda política veraniega que -por lo menos en sus inicios- se presentó poco claro. El artículo en cuestión se refería a la posibilidad de que se creara un tercer espacio en la interna del Frente Amplio para el mes de junio, en donde se definirá quien es el candidato único a la presidencia por nuestra fuerza política. Hemos escuchado básicamente dos razones por las que se haría necesario un “tercer polo”: 1) Una de ellas sería evitar la polarización que significa la existencia de sólo dos candidatos, ya que ello conllevaría casi seguramente el rompimiento del Frente Amplio; 2) que muchos votantes frenteamplistas no están de acuerdo ni con Mujica ni con Astori, y por lo tanto ese “tercer polo” permitiría que alrededor de un 15% de ese electorado tenga a quien votar. Y bien, veamos la primera de ellas. Afirmar que la polarización entre dos candidatos conduce prácticamente sin vueltas al rompimiento del FA, hubiera sido una buena razón para salir del Congreso con un solo candidato, pero no parece ser un buen argumento luego de que se habilitó a cinco de ellos a presentarse. Lo que si podría llegar a ser funesto para el FA, sería lo que alguno por ahí a planteado: la posibilidad de que ese “tercer polo” sea el que defina en la futura Convención surgida de las internas, echando por tierra aquello de que “el que gana, gana”. Si Mujica salió electo en el Congreso, y luego resultara ganador en las internas, y alguien pretendiera torcer la voluntad mayoritaria expresada en ambas instancias, eligiendo al perdedor de las internas, entonces si, seguramente eso sería el rompimiento del FA. Por lo tanto, ese argumento hay que descartarlo de plano. Curiosamente, algunos de quienes dicen querer evitar la polarización, son quienes hacen todo lo posible para que esa polarización ocurra. Sólo hay que leer algún artículo por estos días, en el que al referirse a la interna frenteamplista se habla de: “choque de trenes”, “debate sangriento”, “reproches mutuos”, “período confrontacional”, “carnicería”, “heridas entre hermanos”, “tira la piedra y esconde la mano”, “nos vende carne podrida”, “desnudo escandaloso”, “barras que se reparten la torta a dentelladas”, “aspiraciones personales”, “prebendas”, “piñata”, “aspiraciones burocráticas”, etc, todo en el mismo artículo (Alberto Grille, Caras y Caretas). En cuanto a la segunda razón para la conformación del “tercer polo”(darles un candidato a quien votar a los frenteamplistas que no están afines de votar ni a Astori ni a Mujica), lo que nos plantea es una pregunta: ¿a quién votarán en octubre esos frenteamplistas en caso de que el ganador sea Mujica o Astori, como seguramente sucederá? En lugar de buscarles un candidato a quien votar, diferente al que seguramente será, ¿no deberían –los partidarios de un tercer polo- salir a convencer a esos frenteamplistas de que lo importante es votar al Frente Amplio, defender su estructura orgánica, su programa, su mística, lo hecho y lo que falta por hacer, en lugar de buscarles un candidato hasta junio? No creemos que el tema de fondo pueda ser (nunca lo ha sido) encontrar un candidato que sea satisfactorio para una masa de votantes. Muy por el contrario, creemos como decía Claudio Migliarini antes del Congreso en las páginas de EL POPULAR: “Fórmulas y candidatos puede haber muchos. Más de los que podemos suponer. Ese no es el problema. El problema o el desafío de siempre es convencer a nuestros hombres y mujeres de que voten al FA, independientemente de cuál sea su candidato. Porque entre otras cosas, hasta el candidato frenteamplista menos mentado es mejor, para el interés nacional y popular, que el más atractivo candidato blanco o colorado. Y es tarea de todos los frenteamplistas hacerle ver esta verdad al pueblo”.
(con las disculpas del caso a Don Mario Benedetti)
Hacia el Congreso del FA que se desarrollaría en diciembre, nuestro Partido en su propio Congreso hacía énfasis en la necesidad de construir un programa que profundizara los cambios iniciados en este gobierno y, respetando los estatutos y la estructura del FA, resolver ese programa y el candidato en el Congreso, única instancia estatutaria prevista para definir tales aspectos, buscando los consensos o las grandes mayorías para ello. La declaración final del XXVIII Congreso finalizaba diciendo: “Como frenteamplistas de todas las instancias, lo que resolvamos en el Congreso del FA será lo que impulsemos”.
Y en eso estamos. Defendiendo por sobre todas las cosas lo resuelto por la orgánica frenteamplista. En ese marco es que fuimos al Congreso “Zelmar Michelini” y aprobamos un programa y un candidato. No dudamos en decir que nos honra y nos llena de orgullo pertenecer a una fuerza política que, 38 años después de una accidentada y difícil historia, sigue manteniendo su democracia interna como el primer día. Porque vale la pena recordar que el Congreso “Zelmar Michelini” no comenzó el sábado 13 de diciembre. Recordemos que durante meses muchos compañeros prepararon las bases para la discusión del programa a presentar a todos los adherentes frenteamplistas. Luego, durante meses, más de 2.500 asambleas de los comités de base en todo el país y en el exterior discutieron el programa a plantear a la ciudadanía en las próximas elecciones. Con los aportes surgidos de esas asambleas llegamos al Congreso, y allí más de 2300 congresales discutieron en las comisiones temáticas y presentaron las propuestas al plenario, que las volvió a discutir y finalmente aprobó un programa de profundización de los cambios iniciados en el primer gobierno de izquierda. Lo mismo podemos decir acerca del tema candidaturas. Si bien la resolución del tema por parte del Congreso no llegó a insumir dos horas, hay que recordar que los sectores políticos del Frente Amplio estuvieron negociando todo este tiempo con el objetivo de llegar a un acuerdo, y que los propios Comités discutieron sobre candidaturas en los meses previos. Por cierto, no era esto lo que esperaba la derecha, y se llevó una profunda decepción. Como siempre, los defraudamos; ellos esperaban las agresiones, los ataques, la división. Y se quedaron sin nada, porque nuestra fuerza política demostró como siempre el valor de la unidad y la madurez alcanzada en el propio ejercicio del gobierno. El Congreso, entonces, eligió un candidato. José Mujica fue el único de los cinco precandidatos que obtuvo más de los 2/3 requeridos por los Estatutos. El Congreso definió el candidato del FA y habilitó a otros cuatro compañeros a presentarse a la interna. Y en esa línea de defensa de la orgánica interna, el último comunicado del Comité Ejecutivo del PCU del 24 de enero pasado dice: “Fieles a la concepción del FA, en las internas trabajaremos para que se elija como candidato a la presidencia de la Republica al que definió el Congreso: el compañero José Mujica”.
TERCER POLO
En el mes de enero, mientras EL POPULAR no estaba en la calle, surgió un tema en la agenda política veraniega que -por lo menos en sus inicios- se presentó poco claro. El artículo en cuestión se refería a la posibilidad de que se creara un tercer espacio en la interna del Frente Amplio para el mes de junio, en donde se definirá quien es el candidato único a la presidencia por nuestra fuerza política. Hemos escuchado básicamente dos razones por las que se haría necesario un “tercer polo”: 1) Una de ellas sería evitar la polarización que significa la existencia de sólo dos candidatos, ya que ello conllevaría casi seguramente el rompimiento del Frente Amplio; 2) que muchos votantes frenteamplistas no están de acuerdo ni con Mujica ni con Astori, y por lo tanto ese “tercer polo” permitiría que alrededor de un 15% de ese electorado tenga a quien votar. Y bien, veamos la primera de ellas. Afirmar que la polarización entre dos candidatos conduce prácticamente sin vueltas al rompimiento del FA, hubiera sido una buena razón para salir del Congreso con un solo candidato, pero no parece ser un buen argumento luego de que se habilitó a cinco de ellos a presentarse. Lo que si podría llegar a ser funesto para el FA, sería lo que alguno por ahí a planteado: la posibilidad de que ese “tercer polo” sea el que defina en la futura Convención surgida de las internas, echando por tierra aquello de que “el que gana, gana”. Si Mujica salió electo en el Congreso, y luego resultara ganador en las internas, y alguien pretendiera torcer la voluntad mayoritaria expresada en ambas instancias, eligiendo al perdedor de las internas, entonces si, seguramente eso sería el rompimiento del FA. Por lo tanto, ese argumento hay que descartarlo de plano. Curiosamente, algunos de quienes dicen querer evitar la polarización, son quienes hacen todo lo posible para que esa polarización ocurra. Sólo hay que leer algún artículo por estos días, en el que al referirse a la interna frenteamplista se habla de: “choque de trenes”, “debate sangriento”, “reproches mutuos”, “período confrontacional”, “carnicería”, “heridas entre hermanos”, “tira la piedra y esconde la mano”, “nos vende carne podrida”, “desnudo escandaloso”, “barras que se reparten la torta a dentelladas”, “aspiraciones personales”, “prebendas”, “piñata”, “aspiraciones burocráticas”, etc, todo en el mismo artículo (Alberto Grille, Caras y Caretas). En cuanto a la segunda razón para la conformación del “tercer polo”(darles un candidato a quien votar a los frenteamplistas que no están afines de votar ni a Astori ni a Mujica), lo que nos plantea es una pregunta: ¿a quién votarán en octubre esos frenteamplistas en caso de que el ganador sea Mujica o Astori, como seguramente sucederá? En lugar de buscarles un candidato a quien votar, diferente al que seguramente será, ¿no deberían –los partidarios de un tercer polo- salir a convencer a esos frenteamplistas de que lo importante es votar al Frente Amplio, defender su estructura orgánica, su programa, su mística, lo hecho y lo que falta por hacer, en lugar de buscarles un candidato hasta junio? No creemos que el tema de fondo pueda ser (nunca lo ha sido) encontrar un candidato que sea satisfactorio para una masa de votantes. Muy por el contrario, creemos como decía Claudio Migliarini antes del Congreso en las páginas de EL POPULAR: “Fórmulas y candidatos puede haber muchos. Más de los que podemos suponer. Ese no es el problema. El problema o el desafío de siempre es convencer a nuestros hombres y mujeres de que voten al FA, independientemente de cuál sea su candidato. Porque entre otras cosas, hasta el candidato frenteamplista menos mentado es mejor, para el interés nacional y popular, que el más atractivo candidato blanco o colorado. Y es tarea de todos los frenteamplistas hacerle ver esta verdad al pueblo”.
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