LA ECONOMIA EN EL NUEVO GOBIERNO DEL FRENTE AMPLIO (segunda parte)


Es en el marco internacional de crisis que describíamos en el artículo de la pasada semana, que el segundo gobierno del Frente Amplio procurará llevar adelante su programa, que en lo económico –decíamos- se propone crecer pero manteniendo a su vez el crecimiento del empleo (en número, calidad y remuneraciones) y combatiendo la pobreza y la indigencia, mediante la acción conjunta de todas las políticas: la económica, la productiva, la de innovación, la educativa, la social y la cultural en una estrategia que buscará lograr el país productivo con justicia social del que hemos hablado tantas veces.
EL PUNTO DE PARTIDA
El primer capital importante con el que contamos para llevar adelante nuestro programa con éxito, son los logros alcanzados en el actual gobierno. El país está sin dudas en mejores condiciones para enfrentar un escenario internacional adverso, en la medida en que ha reducido sus vulnerabilidades. Un país que a pesar de los pesares sigue creciendo, y que acaba de lograr una nueva baja en el nivel del desempleo (la última medición por parte del INE se ubica en un histórico 6,4%). Por otra parte, un endeudamiento público que no nos deparará ningún sobresalto ya que es absolutamente manejable, una política fiscal responsable, y una política monetaria y cambiaria consistentes con los objetivos de empleo, inflación y competitividad.
No obstante, es lógico esperar algunas restricciones comerciales, ya que el mundo que se viene en lo inmediato es un mundo que crecerá más lentamente y por tanto demandará menos bienes y servicios. De manera que no hay que descartar que se presenten problemas, por ejemplo en materia de precios de los productos exportables y de acceso al financiamiento internacional, así como una reducción de la inversión extranjera directa.
LA IMPORTANCIA DE LA INTEGRACIÓN
En ese marco, con un comercio que difícilmente retomará los niveles de dinamismo de antes, se hace aún más relevante el MERCOSUR y los acuerdos comerciales dentro del bloque a la vez que la acción en conjunto para acceder a mercados externos cada vez más exigentes (que hace necesario privilegiar el desarrollo de actividades que incorporen cada vez más tecnología y valor agregado). Sin olvidar que coexisten diversos ámbitos (ALBA, CAN, UNASUR, ALADI) que debemos considerarlos como parte de un mismo proceso. Porque en el marco de la crisis que hemos señalado, los bloques geopolíticos tenderán a asumir la función de los Estados, y los países pequeños que no se integren en esos bloques necesariamente perderán soberanía. La cumbre del MERCOSUR recientemente realizada dejó algunas cosas encaminadas, y el canciller argentino, Jorge Taiana dijo que su gobierno -que asume hoy la presidencia pro-témpore del bloque por un semestre- tiene "mucha expectativa" en seguir avanzando en "temas que quedaron pendientes y están muy cerca de terminarse como la eliminación de la doble imposición arancelaria y la discusión del Código Aduanero". También informó el canciller argentino que se buscará relacionarse con los países del Golfo y otras rondas como la que se hizo en Ginebra entre el Mercosur e India. Recordemos además que el programa del Frente Amplio
INVERSIONES
En cuanto a la inversión extranjera directa, Uruguay está en condiciones inmejorables para convertirse en un polo de atracción de la región, en la medida que dispone de una estabilidad política y económica envidiable, una posición geográfica estratégica, una inserción internacional en la región y el mundo y recursos humanos de primera. Pero como hemos dicho otras veces, no somos partidarios de cualquier tipo de inversión. Desde nuestro punto de vista las inversiones extranjeras que queremos son aquellas que estén en consonancia con los objetivos de desarrollo que se fija el país. Hablamos de que las mismas deben venir acompañadas de incorporación tecnológica, empleo calificado y formación de capacidades. Pero además, entendemos que el verdadero desarrollo de la estructura productiva del país se dará en la medida de que se logre canalizar el ahorro nacional hacia la inversión productiva (los depósitos uruguayos en el exterior duplican lo que Uruguay capta de no residentes) y se logre a su vez la conformación de un sector empresarial nacional que apueste al desarrollo nacional asumiendo los riesgos y las responsabilidades correspondientes. Esto es también lo que plantea el Programa del Congreso Zelmar Michelini, cuando dice que “No hay crecimiento, ni aumento, ni mejora de la calidad del empleo sin inversión enmarcada dentro de una estrategia nacional productiva, por eso promover y desarrollar las mismas, incluida la estatal, es requisito necesario y fundamental para el logro de los objetivos planteados en el programa del FA. La inversión global puede y debe crecer a partir de reorientar el ahorro nacional, en sus diversas formas, hacia el desarrollo de la inversión interna. También es clave que el estado fije un conjunto de parámetros de negociación para lograr la efectiva contribución de la inversión extranjera al proceso de desarrollo nacional.”
Y como allí se señala, también es importante la inversión que se realice desde el propio Estado, y en ese sentido es auspicioso lo que dijera el compañero Mujica, en la sede del BID, en el sentido de que el nuevo gobierno no le teme al endeudamiento cuando se trata de inversiones que son "claras y determinantes". Así como es igual de auspicioso el apoyo que el BID piensa dar al país en cuatro áreas fundamentales que fueron definidas por el nuevo equipo de gobierno del FA: infraestructura en transporte, energía y educación, así como en la línea de apoyo que ya se viene realizando a las micro, pequeñas y medianas empresas (Pymes). El presidente del BID, Juan Andrés Elhordoy dijo: “El presidente (electo) planteó en su campaña una serie de temas que, en esencia, son el contrato que tiene con los uruguayos, y sobra decir que en esos temas el banco está dispuesto a ofrecer toda la ayuda que sea posible y necesaria”. En línea con estas inversiones en infraestructura, hay que recordar lo que ya fuera anunciado por nuestro gobierno en el sentido de que vamos hacia la recuperación del ferrocarril para el país, con una inversión de U$S30 millones que se suman a los U$S38 millones en rieles que se adquirieron hace una década y no se utilizaron.
LO FISCAL
Y como es lógico, la política fiscal estará íntimamente imbricada con el tema de las inversiones. El nuevo gobierno profundizará los cambios realizados manteniendo el objetivo primordial de sustituir gradualmente los impuestos al consumo por impuestos a la renta y a la riqueza. Y en ese sentido la rebaja del IVA será uno de los objetivos, así como la promoción de la equidad en el IRPF mediante el aumento del mínimo no imponible, y el aliento a la inversión deberá provenir de estímulos fiscales específicos con contrapartida, disminuyendo los de carácter global. El sistema tributario deberá seguir siendo consistente con los diversos mecanismos de promoción de inversiones con que cuenta el país, beneficiando el desarrollo de emprendimientos generadores de empleo, de mayor valor agregado, de innovación tecnológica, de mejor calidad de procesos y productos, etc. Pero además el nuevo gobierno del FA pondrá el acento en las cuestiones de largo plazo, de manera que la inversión pública sea más predecible y permita que el gasto crezca en función del crecimiento de largo plazo de la economía más allá de los vaivenes coyunturales de los mercados internacionales.

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