¿PUEDE EL DR.VÁZQUEZ ACTUAR EN CONTRA DEL FA?


Si nos atenemos a los Estatutos del Frente Amplio, el artículo 23 es muy claro, y dice lo siguiente: “OBLIGATORIEDAD DE LAS DECISIONES.- Las decisiones de los órganos del Frente Amplio adoptadas dentro de sus competencias y con sujeción a los requisitos formales establecidos en el presente Estatuto y los reglamentos respectivos, serán obligatorias dentro de la respectiva jurisdicción, para todos los sectores y adherentes del Frente Amplio”.-
De manera que una vez que el FA decidió llevar adelante una “Ley de salud sexual y reproductiva”, esa resolución era obligatoria para todos los sectores y adherentes del Frente Amplio.
Claro que muchas veces algunos sectores o adherentes del FA pueden sentir que lo resuelto por los organismos los afecta en sus principios filosóficos o políticos, y hay formas de evitar hacer lo que es obligatorio para todos. Muchas veces, un legislador deja su banca a su suplente, y de esa forma no hace lo que no quiere hacer (votar por algo con lo que íntimamente está en desacuerdo); esto sucede a menudo, y sucedió incluso cuando se votó la ley de despenalización del aborto.
No es la única forma. El propio Estatuto lo prevé en su artículo 22 (RESOLUCIÓN NO OBLIGATORIA) que dice: “Cuando un sector se considere afectado política o filosóficamente, ante una resolución de los organismos de dirección nacional, podrá solicitar la opción de no participar en los actos previstos. manteniendo total abstención en acciones que se relacionen con dicha resolución. Será competencia exclusiva del Plenario Nacional, que tomará resolución por mayoría calificada (4/5)”.
Quiere decir entonces que el Dr.Vázquez, pensando como piensa sobre el tema del aborto (y estando en su derecho de pensar como quiera), podía haberse eximido de participar en la aprobación de aquella ley, sin siquiera recurrir al artículo 22 del Estatuto, simplemente pidiendo licencia y dejando que quien promulgara la ley fuese el vicepresidente.
Está claro que lo que el Estatuto permite, es la "opción de no participar", pero nunca la posibilidad de actuar en contra de lo resuelto.
No obstante, el entonces presidente Vázquez, lejos de abstenerse, actuó decididamente en contra de lo que los organismos del FA habían decidido, vetando la ley que había sido aprobada en el Parlamento.
Eso, sin lugar a dudas, es una violación flagrante de los estatutos por parte de un integrante del Frente Amplio, y no de cualquier integrante, sino de quién en ese momento ocupaba el cargo más alto a que puede aspirar un frenteamplista e incluso cualquier ciudadano uruguayo.
Desde luego que tal violación ameritaba una grave sanción. Sin ir más lejos, en uno de los últimos Plenarios Nacionales, el diputado Víctor Semproni fue sancionado con seis meses de suspensión por no acatar el mandato de votar el proyecto interpretativo de la Ley de Caducidad a mediados de 2011 (razón por la cual, a mi entender, también deberían ser sancionados José Mujica y Danilo Astori, que concurrieron al Parlamento a pedirles a los legisladores que no acataran lo resuelto por los organismos del FA), y antes ya se han aplicado sanciones por la misma causa en otras oportunidades.

NUEVA LEY, EL MISMO DESACATO

En este período de gobierno, el Frente Amplio nuevamente vota una ley que despenaliza el aborto, decisión que obviamente es obligatoria para todos los frenteamplistas, porque además es una decisión del máximo órgano de la fuerza política: el Congreso.
Cuando la derecha comienza una campaña para derogarla e impulsa la recolección de firmas para llamar a referéndum, Tabaré Vázquez vuelve a desacatar el mandato de su fuerza política, y públicamente se manifiesta y firma a favor del referéndum. Por estos días, lanzará además un libro en donde fundamenta sus razones para estar en contra del aborto, lanzamiento en el marco de la campaña contra la ley, con el apoyo de la Universidad Católica, del Opus Dei y connotadas figuras de la derecha, incluido un ex consejero de estado de la dictadura.
Tenemos entonces a Tabaré Vázquez desacatando nuevamente una decisión de los organismos del Frente Amplio, haciéndolo públicamente y propagandeando tal acción a los cuatro vientos. Y esto es tanto o más grave que lo que hizo anteriormente siendo presidente.
El Dr.Vázquez, podría haber recurrido al artículo 21 del Estatuto, y solicitar LIBERTAD DE ACCIÓN. Al respecto, dice el art.21:    “a) La libertad de acción será autorizada previa solicitud fundamentada por un miembro del Plenario Nacional por acuerdo de 4/5  de sus componentes.
                               b) La libertad de acción podrá ser concedida siempre que no violente los principios del Frente Amplio y provoque consecuencias contradictorias en la puesta en práctica de las decisiones de la mayoría”.
Debo decir que si yo integrara el Plenario Nacional, votaría en contra de la libertad de acción en este caso, no porque violente los principios del FA, sino porque provocaría consecuencias contradictorias en la puesta en práctica de las decisiones de la mayoría, tal como dice el literal b. Es evidente que la libertad de acción para actuar en contra de lo resuelto por el FA, en el caso de Vázquez, es extremadamente contradictorio.
Pero de cualquier manera, el Dr.Vázquez ni siquiera se molestó en recurrir al artículo 21. Simplemente se consideró por fuera de la obligación que disponen los estatutos. Al parecer, Vázquez entiende que los estatutos fueron hechos para mandatar a todos los frenteamplistas menos uno: él.
¿La culpa es únicamente de Vázquez? Claramente la mayor responsabilidad es suya, porque es él quien ha decidido en todos los casos (que no son los únicos que menciono en esta nota) actuar en contra de lo resuelto por su propia fuerza política. Pero hay una enorme responsabilidad también en el propio Frente Amplio, que mira para un costado. Si no se lo sancionó la primera vez, Vázquez se siente impune, y actúa con total impunidad, es así de sencillo.
Y lo más grave, es que no solo no se lo sanciona y que ni siquiera se lo llama al orden; lo más grave, es que en la gran mayoría de los sectores (y buena parte de las bases), el ánimo sería de premiarlo con una nueva candidatura.
El Che decía: “El socialismo económico sin la moral comunista no me interesa”. Este pensamiento revolucionario, indicaba la necesidad de construir, junto a condiciones de vida decentes, un hombre nuevo, en el cual la moral y la ética estuvieran ligadas a todo lo demás. Hoy y acá, los avances revolucionarios parece que ya no se miden con esos parámetros, sino en porcentajes de PBI, en si tienes o dejas de tener el investment grade, en cuánto avanzó o retrocedió el índice Gini. Al parecer para comenzar a hablar de ética se precisan un par de períodos más de gobierno. O tal vez una gran derrota.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
cuántos kilómetros faltarán ....para llegar al sitio aquél????
luis ha dicho que…
no existis Perera, te quemaste la neurona que tenias con el analisis sobre lo que piensa el futuro Presidente de los uruguayos, mandale el comentario a Cotugno y al opus...macanudo segui mateando fuera del pais....
Anónimo ha dicho que…
Estamos necesitando urgente una comisión de ética con respaldo político fuerte, sino, estas cosas seguirán pasando...
Daniel Gerhard
Anónimo ha dicho que…
Estamos necesitando urgente una comisión de ética con respaldo político fuerte, sino, estas cosas seguirán pasando...
Daniel Gerhard

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