SOY NEGACIONISTA, LO ADMITO
Me niego a aceptar que decidan por mí cómo debo vivir, con cuántas personas me tengo que juntar, dónde y cuándo y con qué ropa o disfraz.
Me niego a aceptar que me digan que está bien matar un mosquito con un misil.
Me niego a sentir miedo inducido, mi cerebro sabe de qué asustarse y de qué no.
Me niego a que me quieran convencer de que un tapabocas me salvará la vida. Porque es ridículo, y porque los ensayos que se han hecho demuestran que eso es falso, que la diferencia entre llevar o no llevar esa porquería es prácticamente despreciable.
Me niego a aceptar como válido que me digan que está mal ir al gimnasio o reunirme con mi familia y amigos pero está bien ir al boliche o al shopping y viajar como ganado en un ómnibus.
Me niego a aceptar que los sanos debamos actuar y seguir instrucciones como si estuviéramos enfermos, jamás ha sido así ni debe ser así.
Me niego a aceptar que me digan con quién tengo que festejar, a quién debo visitar o abrazar, ni que me hagan vivir dentro de una burbuja.
Me niego a formar parte de la banda desaforada que pide más y más represión encerrada tras las rejas del miedo.
Me niego a aceptar calladamente la pérdida de libertades individuales. Las perderé igual que todo el mundo, pero al menos habré elevado mi voz para decir que no estoy de acuerdo, que no me manipulan.
Soy un negacionista.
José Luis Perera
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