NO ME JODAS CUQUI

Cuando Tabaré Vázquez llegó al gimnasio de Melo, durante el último Consejo de Ministros, podía verse una pancarta que se preguntaba si efectivamente se había terminado “la joda” con el gobierno del Frente. Tabaré aprovechó el pie y dijo que se estaba luchando para que se acabe la joda. Tanto blancos como colorados se disgustaron inmediatamente, y el ex presidente Luis Alberto Lacalle, le pidió al mandatario que aclarara sus dichos y que exponga “donde están esas prácticas que el quiere combatir”, y agregó que "Siendo el idioma castellano muy rico, el presidente y sus ministros deberían usar palabras más correctas", porque se constituyen en "un mal ejemplo".
Y bien, uno no tiene más remedio que preguntarse por qué se molestó tanto el ex mandatario. Después de todo, la dichosa palabra no es tan grosera ni suena tan mal como algunas otras. La palabra joda tiene diversas acepciones. La misma puede ser utilizada como sinónimo de broma (le hicimos una joda a fulanito). Y también suele utilizarse como sinónimo de diversión (nos vamos por ahí de joda). Supongo que Lacalle no estará tan apenado por pensar que fue utilizada en alguno de estos dos sentidos. Cálmese doctor. No es la diversión la que se va a terminar. También puede utilizarse dándole el sentido de molestia o contrariedad (que joda con esta lluvia). Pero esto no debería apenar al Dr.Lacalle, supongo, ya que si se terminaran las molestias y las contrariedades todos estaríamos conformes, ¿no?. Suele utilizarse como tomadura de pelo (me estás jodiendo, ¿verdad?) y también cuando algo nos ha perjudicado gravemente (estamos jodidos). Y estas dos acepciones tampoco seguramente molestarían tanto al Sr.Lacalle. Y supongo que tampoco lo ha de apenar cuando es utilizada en el sentido de enfermedad o afectación continua (ando jodido de la columna). Seguramente que si Tabaré la hubiera utilizado con el significado que le dan los españoles, cuando la utilizan como sinónimo de relaciones sexuales, los que estarían apenados serían la mayoría de los orientales, y el Frente perdería la totalidad de sus votantes, ya que no hay derecho a que se termine esa joda.
¡!QUE DESPROLIJOS!!
Los porteños llaman la joda a la diversión que tiene lugar en compañía de personas del sexo opuesto y más concretamente a la diversión de este tipo que se realiza a cambio de un precio. Ser mina de la joda significa, poco más o menos, llevar una vida fácil. Y a su vez, por extensión de este último significado, andar en la joda significa dedicarse a cualquier otra actividad ilícita, o inmoral. Quiere decir que algunas personas que están en la joda pueden terminar en cana (véanse los casos de Braga, Cambón, Grenno, etc.), pero otras se salvan porque por una razón u otra no se puede comprobar la comisión de un delito o de una ….de una joda. Hay personas que por ejemplo se enriquecen enormemente cuando están en un cargo público (y no es joda, se enriquecen de verdad) pero no se puede comprobar que sea un enriquecimiento ilícito (tampoco lo contrario). Tal vez sea por esta acepción del término joda, que el Dr.Lacalle (hombre de gatillo fácil, aura que dice) está tan molesto.
Se le llama joda también, por ejemplo, cuando directores del BHU, financian hasta gastos personales como operaciones de próstata y rodilla (el hombre, pobre, estaba jodido de ambas cosas) con los dineros de Juan Pueblo. Y puede aplicarse el término también en los casos recientes de los ediles colorados en Rivera (todos se jodieron y están en cana). Seguramente el Dr.Lacalle llamará a estas cosas “errores”, o tal vez “desprolijidades”, aunque quizás convenga más a su estilo llamarles “gauchadas”, pero la palabreja más adecuada, la que les calza como anillo al dedo es: JODA. Están en marcha una serie de investigaciones y auditorías desde la asunción de la actual administración, y que conforman la "lucha" a la que se refirió Vázquez. Apenas se descorrió un poco el velo, aparecieron montones de elementos que tienen la característica de lo que todos en este país conocemos como “joda”, aunque esto lesione los castos oídos del Dr.Luis Lacalle.
LLEGO EL FA Y MANDO A PARARAl día de hoy la Auditoría Interna de la Nación continua revisando la gestión de la administración pública, y ya el año pasado su intervención determinó una serie de recomendaciones relativas al uso de la telefonía celular, el gasto en combustible, la mejor distribución del personal y hasta la renovación de la flota automotriz de la Presidencia de la República y varios ministerios por lo costoso de su mantenimiento. Las mismas auditorías detectaron hechos más graves en instituciones como el Banco Hipotecario del Uruguay u OSE (aquí mediante la actuación de comisiones investigadoras), donde se llegó a presentar demandas penales contra los ex jerarcas. En el primero de los casos el motivo fue el señalado más arriba: la cobertura por parte del BHU de gastos de estricto orden personal, como operaciones de próstata y rodilla en el exterior, además de pasajes a destinos exóticos y cobro duplicado de viáticos. En el segundo fue como consecuencia de la comprobación del cobro de viáticos inexistentes, conjunción de intereses, y abusos de funciones, así como el famoso otorgamiento de un gran porcentaje de publicidad a medios con escaso tiraje o audiencia que a la vez tenían relación con uno de los jerarcas. En relación con el BHU puede mencionarse también la demanda presentada contra los responsables del Plan Fénix, debido la venta de los padrones (de la playa de maniobras de AFE) a particulares por parte de la sociedad anónima designada para administrar los terrenos del programa urbanístico que nunca llegó a concretarse. También puede citarse la cancelación de varios contratos de obra y concesiones por incumplimiento reiterado de los pliegos de licitación, como fueron los casos de Consorcio Ruta 1, responsable de que el nuevo puente sobre el río Santa Lucía permaneciera inconcluso durante casi una década; o el de Cerro Free Port, empresa del grupo Moon que pretendía construir un puerto comercial en Puntas de Sayago pero en lugar de solicitar las autorizaciones necesarias pedía prórrogas y preparaba demandas por daños y perjuicios contra el Estado. En el MTOP, las investigaciones (que podrían culminar en breve en una nueva denuncia penal) respecto a la mala calidad de los materiales y desconocimiento de las recomendaciones técnicas por parte de los ex jerarcas que autorizaron la construcción de un espigón de obra en San José, que además de no cumplir sus funciones alteró el medio ambiente. Y las decenas de sumarios iniciados a funcionarios de distintas dependencias implicados en irregularidades varias, alguno ya destituido. Citemos por ejemplo el caso de un alto funcionario de la Dirección General Impositiva que en el año 2000 fue condenando como cómplice de un delito de estafa pero continuó desempeñando sus funciones debido a que "el expediente sumarial fue escondido", situación que se revirtió en diciembre de 2005 cuando el Ministerio de Economía determinó su destitución. Otros asuntos menos trágicos como la situación de los "becarios" que desempeñaban funciones desde hacía cinco y hasta más de 10 años, cuando la norma establece un plazo máximo de dos, son también parte de la joda En el mismo sentido, los contratos de zafrales que permanecieron vigentes durante varios años tanto en intendencias como en dependencias del gobierno central, cuando el período de trabajo no puede ser mayor a seis meses. Una comisión investigadora de Diputados estudiará las irregularidades denunciadas por Antel en las que aparecen dirigentes del Partido Nacional. Las denuncias refieren a gastos públicos e influencias para la contratación de adherentes partidarios, llevadas a cabo por legisladores y dirigentes políticos del Partido Nacional durante los años 1999 y 2001. Estos hechos vieron la luz pública tras la denuncia realizada por un ex ­ asesor de un director Antel de filiación blanca. Es una joda, pero estas cosas pasan.
Lunes, 31 de Julio de 2006

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