VAZQUEZ, MUJICA, O ZAPATA
Un tramo sustancial de la resolución por la que se sanciona
a Víctor Semproni por no haber votado la anulación de la ley de impunidad,
transcribe el “Acuerdo de Abril de 1998 aprobado en el Plenario Nacional de 18
de abril de 1998”, y que dispone en su numeral 4º: “Adoptada una posición
política, dentro de las atribuciones estatutarias y de acuerdo con los
procedimientos democráticos establecidos, la misma constituirá una decisión
válida y obligatoria para todos los frenteamplistas, en especial para quienes
representan pública o institucionalmente a nuestra fuerza política. Ello
significa, como lo establece el Compromiso Político de 1972, que dicha
resolución implica un "mandato imperativo" para todos y cada uno de
los componentes del Frente Amplio”. Y que en su numeral 5º) dice que “Los
frenteamplistas ratificamos la vigencia de los documentos fundamentales del FA
(Declaración Constitutiva, Compromiso Político, Bases Programáticas y Estatuto)
y reafirmamos nuestro compromiso histórico y ético de respetar la democracia
interna y de asegurar en todos los planos la unidad de acción.” Y en ese mismo
numeral que “La adhesión al Frente Amplio en tanto constituye un acto
voluntario, supone asimismo la posibilidad ética y política de separarse de él
por parte de quienes entienden que sus principios, estrategias o conductas, son
incompatibles con los definidos colectivamente”
Al tiempo que en su numeral
6º) dice que “Corresponde
establecer que, en caso de producirse una situación de incumplimiento de las
resoluciones orgánicas, toda persona o sector que ignore el principio de
acción, desconociendo la democracia frenteamplista, se contrapone al proyecto,
en tanto afecta negativamente a la fuerza política y al desarrollo de los
objetivos que ésta impulsa”.
No está demás recordar esas cuestiones, cuando los
principales exponentes de la fuerza política Frente Amplio son quienes ignoran
y actúan como si esos compromisos no existieran.
Cuando el FA adoptó “una posición política, dentro de las
atribuciones estatutarias y de acuerdo con los procedimientos democráticos
establecidos” en el tema de los derechos humanos, y resolvió votar un proyecto
de ley anulando la ley de impunidad, esta decisión era válida y obligatoria
para todos los frenteamplistas, “en especial para quienes representan pública o
institucionalmente a nuestra fuerza política”. Quiere decir que cuando el
presidente de la República y el vicepresidente (Mujica y Astori) concurren al
Parlamento a pedirle a los parlamentarios de su fuerza política que no voten el
proyecto, están ignorando “el principio de acción, desconociendo la democracia
frenteamplista”, y se están contraponiendo “al proyecto, en tanto afecta
negativamente a la fuerza política y al desarrollo de los objetivos que ésta
impulsa”.
También lo hizo el Dr.Tabaré Vázquez cuando vetó la ley de
despenalización del aborto. Y lo está haciendo nuevamente cuando sale a apoyar
el referéndum impulsado por el Partido Nacional para vetar la nueva ley de
despenalización del aborto. Y ahora lo está haciendo el propio presidente de la
República cuando dice que “Hace bien Vázquez en expresar lo que piensa, yo
capaz que firmo también, pero no quiere decir que esté de acuerdo”.
No, no hace bien, hace mal Vázquez (y hace mal Mujica), porque está
opinando en contra de lo que su fuerza política decidió por dos veces
consecutivas. Y hace mal porque no se trata de que cada frenteamplista de su
opinión personal sobre cada tema. Eso se hace en los organismos
correspondientes. Después que el tema está resuelto, las opiniones personales
si quieren pueden darlas en una fiesta familiar, ahora en las navidades pueden
aprovechar. Nunca en un colegio del Opus Dei ante las cámaras de la prensa, en
lo posible. Si lo decidido por el FA violenta sus principios religiosos o lo
que sea, el propio acuerdo de abril del 98 le da una opción cuando dice: “La adhesión al Frente Amplio en
tanto constituye un acto voluntario, supone asimismo la posibilidad ética y
política de separarse de él por parte de quienes entienden que sus principios,
estrategias o conductas, son incompatibles con los definidos colectivamente”
En cuanto al Frente Amplio, tiene dos caminos a tomar: 1)
llama al orden a Tabaré Vázquez y a José Mujica en cuanto a estas cuestiones;
2) admite que cualquiera puede decir y hacer lo que quiera de aquí en más.
También está lo que dijo alguna vez Emiliano Zapata: “El que
quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre, pero que
no grite cuando lo pisen”.
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