TOCO Y ME VOY


“Un cambio social profundo, que exige activismo y entrega con mucho riesgo, es un fenómeno que se alimenta de vínculos fuertes, mientras que los medios de comunicación social se basan en esencia en «vínculos débiles». De ahí que la revolución no se pueda realizar a través de Twitter o Facebook”, dice un artículo de Malcolm Gladwell publicado en The New Yorker (“Por qué la revolución no se hará a través de Twitter”).

LA MILITANCIA SEGÚN VAZ
Hace tiempo que tengo entre mis papeles una entrevista de Raúl Legnani (en La República) al ingeniero Eduardo Vaz, fundador de la red frenteamplista Proyecto Miramar, que quería comentar.
Vaz nos cuenta que el Proyecto Miramar se funda en julio de 2003, y que luego se fueron formando otras redes más pequeñas. Muy recientemente ingresan a facebook y twitter, lo que les permitió la masificación de las redes.
Es interesante ver el concepto de militancia de este ingeniero. No se si es el mismo concepto que tienen la mayoría de los integrantes de las redes, porque estos siempre aclaran que hablan a título individual, y esta es una de las características de los “redistas”, el individualismo exacerbado. Vaz lo dice así: “…en las redes existe esta sensibilidad, que lleva a que la gente hable a título personal. Ya no camina el "nosotros" de los partidos. Yo digo lo que digo y los compañeros me acompañarán o no. Esta es una diferencia radical”. ¡¡Y vaya que es una diferencia radical ¡! Permitiría, por ejemplo, a algunos senadores hacer lo que se les antoje el día que se vote la ley interpretativa de la ley de impunidad.
Para el Ing. Vaz, ya no corre aquello de que discutimos entre todos, intercambiamos opiniones y puntos de vista pero luego todos respetamos lo que decide la mayoría. No, discutimos, intercambiamos, y después, cada quien hace lo que le parece. Esta postura individualista surge claramente de la entrevista, pero además el Ing.Vaz lo recalca en forma explícita: “Hoy los anarquistas de principios del Siglo XX estarían encantados con las redes, porque son la forma más natural de expresión de la individualidad consciente”. Y no precisaba aclararlo.
Vaz nos dice que “Las formas de relacionarse fueron cambiando en la década del 90. Pasamos de una militancia muy activa, en muchos sentidos desgastante, a otra distinta. Es que la gente dejó de poner su proyecto de vida en la militancia”. Y luego agrega: “Las redes facilitaron estas otras formas de coparticipación: mucho más flexible, donde uno entra y sale de la militancia según los estados de ánimo. Esto fue un cambio radical de la forma de estructurarse: se terminaron las jerarquías al ser redes horizontales. La militancia, a través de las redes, pasó a tener mucho de deseo, de interés genuino”. De estos párrafos se puede deducir claramente cual es el concepto de militancia de este redista. En primer lugar, la militancia como un proyecto de vida propio: “su” proyecto de vida, dice Vaz, y no la militancia por un proyecto colectivo. Y en segundo lugar, la militancia según estados de ánimos, milito cuando tengo ganas, entro y salgo de acuerdo a mi estado de ánimo, “toco y me voy”. Tampoco asumo ninguna responsabilidad, porque nadie puede asumirlas si va a militar de acuerdo a sus estados de ánimo, que las responsabilidades las asuman otros.
UN CAPITALISMO QUE YA FUE
Vaz nos dice que como los peones en el campo usan celulares, el capitalismo cambió. “Hace uno días escuchando a un diputado del FA que denunciaba las condiciones de trabajo infames del campo” nos dice Vaz, “nos enteramos que los peones utilizan los mensajes de texto. Esta es la realidad, este es el cambio. Hoy es imposible pensar, sin tener en cuenta esto, sobre cómo se hace política”. La militancia cibernética, es defendida por el Ing.Vaz en función de un capitalismo que ya no existe, porque ahora los peones usan celulares. Dice Vaz: “No se puede seguir hablando de organizaciones políticas tradicionales para luchar en el Siglo XX, contra un capitalismo que ya no existe. El capitalismo de hoy es otro. ¡No podemos seguir haciendo lo mismo cuando todo ha cambiado! Con las clases dominantes queremos disputar en el terreno material y cultural el debate de las ideas”.
El Ing. Vaz, a partir de una denuncia de un diputado en cuanto a las "condiciones infrahumanas" en las que trabajan cientos de peones rurales en las grandes estancias ubicadas al norte del Río Negro, que entre otras cosas no disponen de agua potable, no tienen instalaciones para ducharse, no les proporcionan ropa de trabajo, no se les respetan los horarios de labor, además de irregularidades con las planillas de trabajo y los recibos de sueldo, concluye que el capitalismo del siglo XX ya no existe. El diputado que hizo la denuncia, dice que "Es una realidad muy dura. Estos peones no están organizados en sindicatos, ni siquiera conocen sus derechos, y la situación se agrava sobre todo para los que trabajan en las estancias ganaderas, porque están aislados”. Es decir, lo que el diputado describe es una situación perfectamente comparable a la del siglo XIX, pero el Ing. Vaz nos dice que todo ha cambiado, porque lo nuevo es que el peón ahora tiene celular.
Vaz no explica en lo más mínimo por qué el capitalismo que conocimos ya no existe, y se saltea olímpicamente que el capitalismo es un sistema económico basado en la explotación del hombre, que esa explotación sigue tan campante, y que para luchar contra la explotación se necesita algo más que una militancia en función de estados de ánimo, que se necesita organización, conciencia y lucha.
NO QUEREMOS CARGOS
Al Ing. Vaz le molesta también la cuestión de los cargos en el gobierno: “Hoy la política quedó reducida al reparto de los cargos, en forma bastante deprimente. El FA tiene, en este sentido, una hipocresía muy grande, desde que sabemos que los cargos se repartieron por cuota política sin tener en cuenta su preparación. Yo oigo eso todos los días. ¿Los dirigentes del Frente no lo oyen?”. Vaz asume que si los cargos se reparten por cuota política entonces no se tiene en cuenta la idoneidad, cuestión que no necesariamente tiene por qué suceder. Por otra parte, ¿qué significa para Vaz la idoneidad? ¿Quién puede decidir cuál es la idoneidad para ocupar un cargo? Yo no se si es más idóneo para ocupar el cargo de ministro de la Defensa un ingeniero, un médico, un abogado o un panadero. Hoy tenemos un panadero, y no ha resultado tan mal ministro, más allá de discrepancias con algunas de sus decisiones, y que no tienen que ver para nada con la idoneidad sino con la visión política.
Claro que esa crítica además se hace desde un escalón más alto, casi desde el Olimpo, ya que “Como Redes Frenteamplistas no disputamos cargos en la estructura del Frente Amplio, ni en el Estado. Pero hay montones de integrantes de las redes que están en cargos muy importantes”. Es decir, puedo criticar porque no disputo cargos en ningún lado. No los disputo como organización, pero sí como individuo (no sabemos si luego que aceptan los cargos también actúan a “título personal” o si respetan el Programa resuelto entre todos).
UN PARTIDO POLÍTICO NO ES CUALQUIER COSA
Por lo visto, el Ing. Vaz (no podemos decir que sea la opinión de los redistas en general) parece compartir la conocida tesis de Margaret Thatcher: "la sociedad no existe, sólo existen individuos".
Desde nuestro punto de vista, los partidos políticos llevan a cabo actividades que son clave para las democracias hoy en día, de manera que su funcionamiento interno adquiere una enorme relevancia. Algunos de estos aspectos son la formulación de políticas concretas, la elaboración programática y los procesos de toma de decisión, el nivel de participación de sus grupos y afiliados y la rendición de cuentas a que están sujetos sus dirigentes. Todas cuestiones que si fueran dejadas en manos de una militancia que “entra y sale de acuerdo a sus estados de ánimo”, tendrían como destino el fracaso más absoluto.
Decía E. Burke: “Un partido es un grupo de hombres unidos con el fin de promover, mediante sus esfuerzos conjuntos, el interés nacional, sobre la base de algún principio particular en el que todos ellos coincidan”. Y otras definiciones dicen que: “Un partido es, ante todo, un intento organizado de alcanzar el poder, entendiendo por tal el control del aparato estatal”(Schattschneider).
En estas dos definiciones las redes (al menos en la visión de Vaz) seguramente encuentran un obstáculo, ya que como vimos, no son partidarios de la organización y no les interesa ni el poder ni el aparato estatal. Estamos en las antípodas del pensamiento del Ing.Vaz, lo que no implica despreciar las nuevas tecnologías aplicadas al debate político; todo lo contrario.

Comentarios

fernanda ha dicho que…
leo el popular todos los viernes, diría que últimamente lo leo por las columnas de Perera, son lo lo mejor que trae el semanario, coherentes, francas y con la linea bien marcada.
No puedo estar mas en desacuerdo con esta, teñida casi de un encono personal y haciendo una lectura absolutamente falaz de los dicho por Vaz.
El nivel por el suelo PERERA QUE LÁSTIMA!
José Luis Perera ha dicho que…
Está bien Fernanda, no pretendo que todo el mundo esté de acuerdo con lo que escribo. Pero no comparto la lectura que hiciste del artículo. No siento ningún encono personal con Vaz, ya que ni siquiera lo conozco. Leí la entrevista que le hicieron en La República y me parecieron tan disparatadas sus opiniones que me pareció que tenía que escribir algo al respecto. No es una lectura falaz, es la lectura que hice yo, y tal vez haya otras muy diferentes (seguramente la tuya lo es). Yo no puedo acusarte de hacer una lectura falaz de mi artículo, solo puedo decirte que no estoy de acuerdo con la lectura que hiciste. El fondo de la cuestión es que me parece absolutamente negativa la forma de pensar de este compañero Vaz, y que en lugar de aportar a la militancia lo que hace es contribuir a que la gente no lo haga, a que se quede en su casa y milite a través de una computadora, y que incluso lo haga cuando le venga en gana. Eso puede ser muy válido en lo personal, pero no aporta absolutamente nada a lo colectivo, sino todo lo contrario, porque no se compromete, porque no asume responsabilidades, y encima, critica a quienes sí las asumen. Ese es el punto. Pero mi visión puede ser no compartida, lo acepto, y espero que me sigas leyendo. Gracias por tu comentario.

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