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Mostrando entradas de marzo, 2010

CON TODO RESPETO, NO ESTOY DE ACUERDO

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El compañero José Korzeniak –eminente abogado constitucionalista- afirmó hace unos días que, desde el punto de vista jurídico, el Parlamento "no tiene facultades para anular ni derogar disposiciones que fueron aprobadas por el cuerpo electoral”, en referencia a la ley de impunidad. "Yo enseño hace 40 años en la Facultad de Derecho, que el artículo 82 de la Constitución dice que la nación, que es la soberana, ejerce directamente su soberanía a través del cuerpo electoral e indirectamente a través de los tres poderes representativos" , señaló Korzeniak. Dijo además que “Como principio que todo el mundo entiende, un órgano inferior no puede derogar lo que hizo un órgano superior. En este caso, el Parlamento, que es inferior al cuerpo electoral, no puede ni derogar ni anular lo que hizo un órgano superior como es el cuerpo electoral" . Sin embargo, el profesor Grado 5 de derecho constitucional de la Universidad de la República dijo que “…en esas dos oportunidades (cua

ESTE ASUNTO DE LAS ALCALDIAS

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adentro muchachos, metiendo y metiendo. Al túnel muchachos, no hay más pa' perder, que el viento está soplando y nos viene bien pa' romper la red. Jorge Lazaroff ES UN COMIENZO Si miramos el globo terráqueo, probablemente contemos con los dedos de la mano los países en el mundo que no tienen alguna forma de gobierno, con autoridades propias, en sus ciudades y pueblos. En América, somos el único, y seremos el último país en instalar este tercer nivel de gobierno. En todas partes se entiende, como algo fuera de toda duda, que cualquier centro poblado con una población más o menos numerosa tenga sus propias autoridades municipales. De manera que el hecho de que nuestra fuerza política, una vez llegada al gobierno, pusiera en blanco sobre negro un marco normativo para que los gobiernos locales se hicieran realidad, no es poca cosa. Pero la importancia del hecho no radica en que a partir de ahora nos igualamos al resto del continente y el mundo. Lo verdaderamente importante es que l

EL PROGRAMA ES UN CONCEPTO PREVIO

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El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, comentó que no tiene preconceptos con los Tratados de Libre Comercio (TLC). En entrevista con el diario El Observador el secretario de Estado indicó que no se puede oponer a una negociación que puede ser una “tabla de salvataje de sectores estratégicos”. Con todo el respeto que se merece nuestro flamante canciller de la República, me permitiré decirle que en realidad sí tiene preconceptos. No solamente sobre los TLC, sino sobre toda la política exterior del gobierno del Frente Amplio. Porque sea cual sea la acepción que Almagro le adjudique al término “preconcepto”, el debería saber que no está actuando en el Ministerio que le tocó ocupar a título personal, sino en representación de una fuerza política que tiene un programa previo aprobado para llevar adelante durante los próximos cinco años, y que constituye un compendio de conceptos (conceptos previos a su nombramiento como ministro) que tanto Almagro como cualquier otro compañero q

JERARQUIZAR AL FRENTE AMPLIO

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Un artículo de Constanza Moreira, en La República, señala que sobre José Mujica se ciernen quizás más expectativas de las esperables, “recordando que el gobierno de un país es algo más que un presidente… y…las limitaciones de la humana condición”. Señala también Constanza que en 2004 las expectativas estaban dirigidas al propio Frente Amplio, y su “estreno” en el gobierno, y que “ahora parece haberse producido una sutil pero definitiva traslación del peso de las mismas hacia el propio liderazgo de Mujica” . Y señala entre las razones para que esto suceda “el propio estancamiento en el dinamismo del Frente Amplio como partido (lo que) colaboró a colocar la esperanza de renovación más en el liderazgo que en las bases”. Más adelante, la compañera Constanza analiza el significado de la política para la izquierda, señalando que: “La izquierda es hija de la creencia de que la soberanía radica en la voluntad “de todos” y no en la de unos pocos, por más que estos sean los más calificados. Sin