MIGAJAS DEL PODER

 ¿Rinde ser ambientalista?


 

Decía Alain Badiou: “Todos sabemos que las cosas van a seguir siendo lo que son. No hay un solo ejemplo en todo el mundo de verdadero cambio político producido por el voto. Y siempre se reemplaza a un esclavo del capital con otro esclavo del capital. Hoy, el esclavo de la izquierda está algo triste y el de derecha está contento. Esa es la gran diferencia”.

Coincido con él. Los problemas que aquejan a la humanidad son de índole variada, y jamás han sido resueltos por los partidos políticos. Menos aún por aquellos partidos que se centran en uno solo de los problemas y minimizan o se desentienden del resto.

Por solo tirar algunos elementos sobre la mesa, digamos: falta de oportunidades económicas, desempleo, inseguridad, racismo, pobreza, desigualdad, contaminación, inseguridad alimentaria y nutricional, educación, violencia, corrupción, guerras, explotación, etc.

¿Deberíamos tener un partido político para cada uno de esos problemas? Y en caso de tenerlos, y que cada uno de ellos obtuviera una pequeña cuota del pequeño poder que se logra en elecciones (migajas de un poder de cuarta), ¿serían capaces de lograr algún tipo de solución o parche a alguno de esos problemas? Mi respuesta es NO.

El interés fundamental y principal de los partidos políticos es obtener votos para poder acceder a cargos de gobierno; y una vez obtenido ese pequeño espacio del pequeño poder al que se les permite acceder, hacer todo lo posible por no perderlo. Los políticos (individualmente)  suelen hacer lo mismo, y se aferran a lo obtenido de la manera que pueden (en este caso una banca en el parlamento). El diputado Lust (como tantos otros anteriormente) renuncia a su partido y tiene dos opciones para no perder su pequeñísima cuota: 1) pasarse a otro partido, y 2) formar su propio partido. Tal vez así logre obtener en las próximas elecciones una banca y con ello un suculento salario pagado por todos nosotros durante otros cinco años.

Y eso es más allá de las intenciones, por supuesto. No estoy diciendo que lo que busca Lust sea eso, ni que lo que Vega o cualquier otro busquen lo sea. Lo que digo, es que el resultado es y será ese. El medio ambiente ni se enterará, y ni ese ni ninguno de los otros problemas serán siquiera rozados. Invito al lector que piense en algún logro del PERI (Partido Ecologista Radical Intransigente). La experiencia mundial no es demasiado promisoria en ese sentido. Hoy en día el partido verde alemán (que accedió a cuotas de poder importante) ya ha perdido su esencia “anti-convencional”  y aun habiendo conseguido incluir en las discusiones políticas del día a día los temas ambientales más importantes, de “anti-partido” pasó a “partido del establishment”, y entre otras cosas apoyó la guerra de Kosovo.

Creer que votar a un partido ecologista resuelve los problemas ambientales, es como creer que se incluye cambiando una a, o una o, por una e.

 

José Luis Perera

 

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