LA CONVENIENCIA DE UN ENEMIGO DIFUSO
LA DEFINICIÓN DEL ENEMIGO
Hubo una época en que los textos que leíamos quienes
militamos en las filas de la izquierda nos hablaban
de los enemigos principales, el imperialismo, la burguesía aliada a ese
imperialismo, la oligarquía, el latifundio, etc...
Claro que no había una sola
izquierda, al igual que ahora (aunque se quiera hacer creer que existe una
sola). Hubo muchas izquierdas, muchas miradas, propuestas, estrategias y
caminos para lograr aproximarse a “la utopía”, incluso muchas de ellas
generalmente enfrentadas entre sí.
La izquierda marxista solía
hacer una análisis de clase, una análisis que permitía determinar –al ubicar
claramente al enemigo- cuales eran los aliados, reales o potenciales, para
acumular fuerzas en el camino hacia la utopía. Así, por ejemplo el Partido
Comunista le propuso una alianza al Partido Socialista, cuyo objetivo era
enfrentar juntos al imperialismo y a la oligarquía latifundista, que
constituían un freno al desarrollo de las fuerzas productivas y del país como
tal. Y cuando se llegó finalmente a la unidad de la izquierda en el Frente Amplio,
ella reflejaba la unión de la clase obrera con las capas medias de la ciudad y
del campo, la intelectualidad, los estudiantes, los pequeños productores
agropecuarios e industriales, la pequeña burguesía no comprometida con el
imperialismo, etc. Es decir, la unidad de todos aquellos interesados en luchar
contra el imperialismo, el latifundio y la oligarquía (los enemigos de entonces).
Obviamente que no se necesitaba
ser un experto marxista leninista, o de cualquier otra variante de izquierda,
pero había un esfuerzo por estudiar la sociedad con herramientas de análisis
más o menos científicas.
BUENOS Y MALOS
Los tiempos han cambiado, ahora la cosa es mucho más
sencilla, y la forma de ver los asuntos están al alcance de cualquiera que haya
cursado un año en el jardín de infantes del barrio.
Entre tantas cosas que se van
transformando en lugares comunes por su uso continuado, está la frase “el
enemigo está afuera”. Es la frase estrella cuando en las redes sociales
se establece una discusión entre gente de izquierda. Invariablemente, a determinada
altura de la discusión, aparece alguien que estampa la famosa sentencia. Ese
alguien puede que ni siquiera haya participado de la discusión, es simplemente
la voz que trae cordura al lugar en donde no la hay. Cuando aparece esta voz,
suelo mirar hacia fuera por la ventana intentando ubicar al enemigo, pero no he
tenido éxito hasta ahora; una vez vi a mi vecina, pero estoy seguro de que es
mi amiga.
Otra sentencia, tal vez más
antigua en el tiempo, es la siguiente: “el enemigo es la derecha”.
Ambas expresiones tienen una
intención explícita: no hay que discutir entre militantes de izquierda; entre
los militantes de izquierda solo debe haber coincidencias, por lo tanto, hay
que discutir con los de “afuera”, con “la derecha”. El enemigo está afuera, el
enemigo es la derecha.
Pero la que señala a la derecha
es más concreta, y por lo tanto, más útil. Si decimos que el enemigo está
afuera, no estamos siendo demasiado claros, porque afuera hay de todo; ¿cómo
saber si el señor que está allá afuera es enemigo o no? No es tan fácil
determinar cual es el afuera y cual el adentro. Cuando nos aclaran que es “la
derecha”, ya nos tranquilizamos un poco más, ahora es más fácil, el mundo se
divide en dos, izquierda y derecha, nosotros somos la izquierda, y los de
afuera son la derecha (el enemigo); el enemigo común es una herramienta
eficaz para establecer vínculos emocionales, la
izquierda somos los buenos, y la derecha son los malos (el enemigo).
No obstante, quienes plantean
así las cosas, admiten la existencia de un tercer subgrupo, el de aquellos que,
sin ser de derecha (en rigor no pertenecen al grupo de los malos), con sus
opiniones “le hacen el juego a la derecha” (sin ser malos, estarían jugando
para los malos, o haciéndose goles en contra, digamos). Un subgrupo nada
desdeñable por cierto, ya que todo aquel que intente emitir algo que se parezca
a una crítica al gobierno o al partido del gobierno o a algún grupo integrante
del partido de gobierno, o que recuerde algo malo hecho en algún momento por
algún miembro del gobierno o por el gobierno como tal, será incluido en el acto
entre quienes “le hacen el juego a la derecha”.
¿QUÉ ES LA DERECHA?
El problema se presenta cuando alguien pregunta: ¿y qué es
la derecha? Porque cualquiera puede aceptar la sentencia: el enemigo es la
derecha. Pero tiene obviamente el derecho de saber como hace para identificar a
ese enemigo, como hace para saber quién es de derecha y quién no.
¿son definiciones de tipo económico lo que marca la
pertenencia de una persona o de un grupo político a la derecha?
Es muy común escuchar por ejemplo frases del tipo: “si
gana la derecha, adiós a los consejos de salarios”, lo que estaría indicando
que los consejos de salarios son una conquista de la izquierda, y que la
derecha estaría en contra de los mismos. Pero sucede que los consejos de
salarios fueron creados en 1943 (gobierno colorado), y fue aplicado por los
gobiernos colorados y blancos desde esa fecha hasta que Jorge Pacheco Areco
dejó de convocarlos a fines de los 60, y los volvió a implantar el colorado Julio María
Sanguinetti en 1985, dejándolos nuevamente sin efecto el blanco Luis Alberto Lacalle,
para reimplantarlos el FA en 2005. No es un buen elemento para diferenciar
izquierda y derecha, al parecer.
“Con la izquierda mejoraron los salarios como nunca”,
dicen algunos, con lo cual al parecer eso podría diferenciar un gobierno de
derecha de uno de izquierda; un gobierno de izquierda mejora los salarios de
los trabajadores, uno de derecha los rebaja. Sin embargo, esto también es
relativo. En el primer año de gobierno del Frente Amplio, el salario del sector
privado registró un incremento del 15% nominal. Comparando con períodos
anteriores, los mayores aumentos (también nominales) se dieron durante igual
período del primer gobierno de Sanguinetti y de la administración Lacalle: 142%
y 168% respectivamente (en el primer caso con consejos de salario, en el
segundo sin). Pero si tomamos el salario real, los datos arrojan que la mayor
recuperación salarial se dio en el correr del primer año y medio del primer
gobierno de Sanguinetti, con un aumento del poder adquisitivo de los
trabajadores uruguayos del 10.6%. En los siguientes tres períodos (Lacalle,
Sanguinetti, Batlle, y con referencia siempre al primer año y medio de
gobierno, y no la totalidad) hubo una leve pérdida salarial situada en el
entorno al 1.5% en cada caso. En el primer año y medio de la administración
Vázquez, volvió a aumentar: 5.7%, lo cual constituye un resultado positivo pero
lejos de marcar un hito en la materia (representa casi la mitad de los
resultados obtenidos en 1985-1986 por la administración Sanguinetti). Además,
si se toma el último año de la administración Batlle, con la recuperación
económica, se observa un aumento del 4.4% en términos reales, comparable al
primer año de Vázquez, con una recuperación que también se sitúa en el entorno
del 4%. De manera que el salario tampoco sería un derechómetro.
¿Son los temas sociales entonces los que definen a un
ciudadano o a un grupo político como de derecha o de izquierda? Siempre creímos
que el tema de los derechos humanos era una línea demarcatoria firme entre
derecha e izquierda, pero el tema de la impunidad a mostrado a las claras que
en todas partes se cuecen habas, que quienes ponen trabas y peros para terminar
con la impunidad se encuentran por todos lados (adentro y afuera). Y la ley del
aborto, votada por el FA, fue vetada por Vázquez, presidente del FA, quien después
se juntó con quienes se supone son la derecha para anularla cuando se votó nuevamente.
Sin ir más lejos, en octubre próximo, además de
elecciones, el pueblo tendrá que decidir si apoya o no la iniciativa colorada
de bajar la edad de imputabilidad de los menores, y las encuestas dicen por
ahora que más del 60% de la población apoya la propuesta. Si eso fuera un
derechómetro, la izquierda debería ir despidiéndose del gobierno.
¿Es entonces la lucha contra el latifundio esa línea
divisoria que divide izquierda y derecha? Complicado de explicarlo por esa vía,
ya que nunca se extranjerizó y se concentró tanto la propiedad de la tierra
como en los gobiernos del FA.
¿Es la lucha frontal contra el capital? No es sencillo
encontrar por ese lado la diferencia entre izquierda y derecha, ya que nunca se
concentró tanto la propiedad de los medios de producción como en los gobiernos
del FA. Y cuando el FA hace una reforma tributaria, le rebaja los impuestos al
capital sin que siquiera lo haya pedido.
¿Es la preocupación por los temas ambientales? Difícil
también. La soja transgénica (con sus problemas debido a la fumigación, etc,)
transformada en uno de los principales productos de exportación es un “logro”
de los gobiernos del FA, al igual que la industria de la celulosa, o la minería
a cielo abierto.
¿Es entonces la postura antiimperialista la que parte
aguas entre derecha e izquierda? Algún dirigente de izquierda amenaza, por ejemplo, con que si gana la derecha,
habrá un TLC con los Estados Unidos. Pero el problema es que quienes han
intentado hacer un TLC con los EEUU han sido gobernantes del Frente Amplio (los
mismos que ese dirigente apoya para un nuevo gobierno), y no los partidos
tradicionales. El problema surge cuando uno ve que quien le protegió las
inversiones al imperialismo mediante un tratado fue un gobierno del FA, y no de
un partido tradicional. El problema es que quienes nos quieren llevar a la
Alianza del Pacífico (nuevo instrumento del imperio), son dirigentes del FA,
los mismos que proponen para gobernar nuevamente quienes dicen que “el enemigo
es la derecha”.
¿Es la vocación por la unidad latinoamericana, ligada
fuertemente al antiimperialismo? No parece serlo, cuando el primer presidente
del FA le pide ayuda al asesino serial George W. Bush contra un hermano y
vecino latinoamericano. No parece serlo cuando la enorme mayoría de los grupos
del FA apoya una nueva candidatura de quien cometió esa acción digna de la más
rancia derecha proimperialista.
EL MIEDO
¿Será esa dificultad de explicar esas cosas, lo que lleva
a la simplificación, lo que lleva a evitar confrontar ideas dentro del campo de
la izquierda? Es posible; intentar explicar estas contradicciones pone en
aprietos a más de uno, porque debería explicar por qué se está apoyando todo
eso y a quienes llevaron y llevan a cabo todo eso y quieren seguir haciéndolo.
Hay en todo ese asunto una buena dosis de miedo a debatir, miedo tal vez a
encontrarse con los valores perdidos.
Eduardo Galeano recordaba a Domitila Barrios, a quien
conoció en Bolivia en una asamblea de obreros mineros. Domitila era la única
mujer. Se levantó y dijo: “¿Cuál es nuestro enemigo principal, compañeros?
La burocracia, respondían. ¡El imperialismo!, gritaban. “No compañeros, se
equivocan. Nuestro principal enemigo es el miedo, y lo tenemos dentro”.
Comentarios
EXCELENTE LOS VALORES Y LA DIGNIDAD NO SE CAMBIAN
YA NOS AVISO GERMAN ARAUJO PERO MUCHA GENTE NO QUISO VERLO O SE PENSO QUE NO SUCEDERIA EN EL F.A
CREO QUE LA HISTORIA
YA VIENE DE MUCHO MAS ATRAS
HAGAMOS CRECER LA TORTA(CON INVERSIONES EXTRANJERAS)Y DESPUES REPARTIMOS
11 propuestas tributarias para la Rendición de Cuentas
http://www.pcu.org.uy/prensa/item/161-11-propuestas-tributarias-para-la-rendicion-de-cuentas
No acepto eso
la brecha entre ricos y pobres nose achico
El capitalism no es el camino
MPP RIMA CON TABARÉ, PERO IZQUIERDA NO RIMA CON RESIGNACIÓN
POR GABRIELA BAKEY
No hay que ser demasiado brillante para sospechar que los partidos que defiendan la candidatura de Vázquez, quedarán totalmente desprestigiados frente a la masa de izquierda.
Es probable que se les perciba como defensores de un nuevo "pensamiento único", un poco menos liberales, moralmente decentes, pero incapaces de presentar alternativas tendientes a forjar una sociedad más justa, con una real redistribución de la riqueza, con políticas ecológicas serias, conscientes del momento delicado que vive el planeta y el país, que cuestionen las bases de la producción, de la propiedad, del interés general y del consumo.
En definitiva, no veo cómo pueden seguir siendo percibidos como partidos de izquierda en la medida en que sean incapaces de proponer reales alternativas.
Pero incluso, desde un punto de vista más pragmático, habría que señalarles a nuestros partidos de izquierda el peligro que implica una victoria de Vázquez, sabiendo que los votos vendrán más del centro que de la izquierda, (y cuando digo “sabiendo” me refiero tanto al presidente como a los propios partidos de izquierda y a la sociedad en general)
¿Qué tipo de gobierno podríamos esperar entonces?
DISCULPA GABRIELA PERO ME ENCANTO ESO QUE ESCRIBISTE
Hay que definir de una vez por todas si aquellos principios del 71 siguen vigentes, si están vigentes para todos o para unos pocos, y si se los va a respetar o no.
Hay que definir claramente cuales son los intereses que están por encima de todos, si los de los trabajadores y el pueblo o si los de los inversores extranjeros, que tipo de economía queremos llevar adelante, si una economía al servicio del gran capital o una economía solidaria y cuidadosa del medio ambiente
Mi opinion es que prevaleceran por encima de todo , los intereses del FLS O SEA ASTORI quien seguira manejando la politica economica