UNA MÁQUINA ARROLLADORA
(Publicado esta semana en VOCES)
El sector socialdemócrata en el Frente Amplio es una amplísima mayoría, y desde hace bastante tiempo se transformó en una máquina arrolladora que se lleva absolutamente todo por delante e impone su visión del país y el mundo al resto de la coalición (que cada día hace más suya esa visión).
El sector socialdemócrata en el Frente Amplio es una amplísima mayoría, y desde hace bastante tiempo se transformó en una máquina arrolladora que se lleva absolutamente todo por delante e impone su visión del país y el mundo al resto de la coalición (que cada día hace más suya esa visión).
Cuando
en 2005 se votó el Tratado de Protección de Inversiones con los
EEUU, solo el PCU se opuso, y cuando en enero de 2006 Astori anunció
que se iría por un TLC con ese país, el PCU inmediatamente se opuso
y el PIT-CNT, junto a otras organizaciones sociales conformó de
inmediato una Comisión de defensa de la soberanía para dar la
batalla contra lo que se sabía era hipotecar el futuro y condenar al
país a la dependencia.
DIEZ AÑOS DESPUÉS
En
este período, el gobierno ha dado pasos tendientes a un acercamiento
a la Alianza del Pacífico y a hacer acuerdos bilaterales con Chile,
Inglaterra y ahora China, mientras se muestra proclive a alejarse
cada vez más del Mercosur (y en sentido contrario a lo prometido a
la ciudadanía en el programa), y los sectores pretendidamente
revolucionarios del FA han mirado distraídos hacia todos los
costados.
Cuando
se anuncia el comienzo de negociaciones con China para la firma de un
TLC, el PIT-CNT se muestra dubitativo, y mientras algunos dirigentes
aplauden otros dudan, pero ninguno se opone decididamente (cuando
escribo este artículo la Central estaría por discutir el tema). Por
otra parte, el dirigente sindical comunista Oscar Andrade se muestra
contrario, pero el Secretario del PCU, Eduardo Lorier dijo carecer de
"prejuicios previos" en tanto se garantice que los
contenidos del acuerdo serán "lo más transparentes
posibles" y "mutuamente beneficiosos" (al
parecer Lorier cree en dos cosas: 1) que China es comunista, y 2) que
los TLCs con comunistas son buenos).
Del
lado del gobierno no es novedad. Forma parte del modelo sostenido
desde el 2005 y que no ha tenido variantes, dado que el conductor ha
sido siempre el mismo: Danilo Astori. Un modelo que basa el
crecimiento y la generación de empleo en la inversión extranjera y
en la exportación de materias primas. Modelo que obviamente va en el
sentido contrario de un país productivo con justicia social y que
profundiza la dependencia. La búsqueda de mercados e inversiones a
través de los TLCs son un instrumento al servicio de ese modelo; si
no hay inversiones el modelo se cae.
El
argumento de que se necesita la inversión extranjera para crecer, y
que para que vengan las inversiones se necesitan TLCs es una falacia.
En primer lugar porque otros países que no tienen TLCs reciben
cuantiosas inversiones (sin ir más lejos Brasil y Cuba), y nuestro
propio país es un ejemplo de ello: las inversiones de los últimos
períodos han batido records, y no hemos firmado ningún TLC.
Pero
además, no siempre las inversiones traen crecimiento o generan
empleo y mejores condiciones de vida. Depende de qué tipo de
inversiones, en qué condiciones, y justamente las que surgen de los
TLCs no suelen ser las más convenientes, ya que lo comercial no
agota el tratado, sino que hay una serie de temas que superan
largamente ese ámbito. Se asemejan más a una una suerte de
constitución económica que a un simple acuerdo comercial.
LO QUE NO SE DICE
El
ejemplo mexicano y su TLC con los EEUU y Canadá, nos muestra cuáles
pueden ser los resultados. Allí, durante 10 años de TLC ingresaron
más de 15.000 millones al año de inversión directa, cuando antes
del TLC estaba en alrededor de 4.000 millones (es decir que la
inversión se multiplicó por más de tres veces). Sin embargo el
promedio anual del crecimiento del PBI fue el más bajo desde el
siglo XIX. El 51% de esta inversión fue al sector manufacturero,
pero hoy hay 15% menos empleo en el sector manufacturero que en el
último día antes de suscribir el tratado. El desempleo pasó del
12% en 1994 al 30% en 2005; la pobreza que estaba en un 21% en 1994,
pasó a un 50% en 2005; la emigración en 1994 era de 4.000.000 de
mexicanos, en 2005 fueron 10.000.000 (datos de la CEPAL). El país
que en 1994 era autosuficiente en alimentación, ya en 2014 se
convirtió en importador neto de alimentos. Desde la entrada en vigor
del TLCAN México ha importado alimentos por 275 mil millones de
dólares, el 80 por ciento de los cuales proviene de EEUU, mientras
se incrementa el número de mexicanos sin acceso a los alimentos y el
campo es una enorme fábrica de pobres.
Cada
vez que se quiere imponer un TLC, se habla únicamente de las
“enormes ventajas” que nos traería, y se nos explica lo bueno
que sería llevar los aranceles a cero. Jamás se nos dice que eso,
de lograrse, sería a cambio de algo. Nadie en un TLC te da todo a
cambio de nada. Es probable que consigamos bajar los aranceles para
la carne (con lo cual se llenarán los bolsillos extranjeros de los
frigoríficos), y de la soja (ídem), y es altamente probable que en
simultánea cierren cientos y cientos de empresas grandes y pequeñas
que producen para el mercado interno y hasta muchas que exportan a la
región.
China
viene llevando a cabo su propia política de acuerdos bilaterales
comerciales y extendiendo su influencia a lo largo de todo el mundo,
con especial intensidad en África y América Latina. Su gran
crecimiento en las últimas décadas lo ha conseguido mediante una
política económica orientada a la exportación de productos
manufacturados muy competitivos debido al bajo costo de su mano de
obra. Esto ha supuesto la necesidad de garantizar el acceso a las
materias primas de las que carece, por lo que ha impulsado una
política de acuerdos con los países productores de materias primas
con buenos resultados. Sus inversiones -que son cuantiosas- son
preferentemente compra de industrias ya instaladas. Esto es lo que se
puede esperar de un TLC con China: venderle materias primas a cambio
de la inundación de manufacturas. Un cuento chino con la
particularidad de que no tiene ni pies ni cabeza por donde se lo
mire.
Comentarios
El kokokomunismo lo único que hizo fue asesinar a decena de millones de esclavos, y esclavizar a centenas.
http://www.dw.com/es/merkel-sabe-qu%C3%A9-hace-buena-la-vida-en-alemania/a-36165221?maca=spa-Facebook-dw …
Germany, Germany!
https://es.wikipedia.org/wiki/La_dolce_vita …