NI VÍCTIMA NI INGENUO (publicado esta semana en VOCES)


La aseveración de Sendic: “si es de izquierda no es corrupto, y si es corrupto no es de izquierda”, es falsa (como tanta cosa que ha dicho). La gente es corrupta o no lo es, y no depende de su orientación política. Hay gente en la izquierda que es absolutamente corrupta (ver cuantos petistas hay metidos hasta el cuello en los escándalos del lavajato y el mensalao), y hay gente de derechas que es muy honesta.
Por lo tanto, no pongo las manos en el fuego ni por Lula ni por nadie. Los hechos están ahí: el PT está mezclado con el PMDB, el PSDB, el PP y otros de la misma calaña, en un enorme proceso de corrupción.
Esa alianza y otras, más o menos coyunturales, que Lula se vio obligado a tejer para garantizarse una gobernabilidad que le permitiese sacar adelante su Presidencia, fue el peaje que los poderes fácticos le impusieron; y no es retórica. Los votos que Lula consiguió durante años para sus propuestas legislativas se obtuvieron a cambio de dinero. En algo así de ‘simple’ consistió el mensalao, el gran escándalo de corrupción que azotó las presidencias de Lula (2003-2010).
No es útil defender a las personas por lo que dicen sino por lo que hacen. Y lo hecho por Lula y el PT deja mucho que desear. Dicen que “el que se acuesta con niños amanece mojado”. Muchos de los corruptos comprobados que están ahora en el gobierno Temer, fueron también parte de los gobiernos del PT, son sus aliados. La dirección del PT traicionó el sueño de la clase obrera brasileña al resolver gobernar el sistema junto con la burguesía y para la burguesía.
Que A planee hacer B, no significa necesariamente que todos los B son producto de la acción de A. Lo que quiero decir es que la derecha internacional siempre estará coordinando acciones para echar abajo gobiernos progresistas o de izquierda, así como las izquierdas siempre estarán coordinando acciones para luchar contra los gobiernos de derecha (las izquierdas internacionales también coordinan sus acciones, no otra cosa es el Foro de San Pablo, por ejemplo). Pero las caídas de estos gobiernos no necesariamente son el producto de estas coordinaciones. Muchos caen por su propio peso, porque no cumplen con sus promesas, porque se muestran incapaces de transformar lo que se suponía que iban a transformar, porque se corrompen, etc.
Quien quiera adjudicar la condena de Lula a una venganza de la derecha, a un producto de la lucha de clases, debería tal vez explicar por qué el mismo juez que lo condenó metió preso a Odebrecht antes que a Lula.
El juez federal Sergio Moro condenó a Marcelo Odebrecht a más de 19 años de cárcel por corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación para dilinquir, culpable por el pago de millones de dólares (durante el gobierno de Lula) en sobornos a funcionarios de Petrobras (empresa del estado) a cambio de obtener contratos e influencia.
Las cortinas de humo funcionan para aquellos que están dispuestos a no ver; si pretendió serlo, con los trabajadores brasileños no ha funcionado, ellos están dando batalla contra las medidas del gobierno de Temer; curiosamente (o no tanto) Lula ha estado ausente de esas luchas.
José Luis Perera

Comentarios

Nelson Share ha dicho que…
Una de nuestra mas profundas tragedias --para decirlo de alguna manera--- es la devaluación que han sufrido las palabras. Tal es el caso de la IZQUIERDA O SER DE IZQUIERDA.
Este es el mas importante triunfo a nivel de las ideas y de la lucha ideológica de la DERECHA.
De otra manera llamar de izquierda al PT a Lula, al FA, a la concertación chilena venida en la nueva mayoría, que han sido los mejores administradores del capitalino monopolista en años es la mas clara demostración de esta "devalucion".
Y por supuestos estos "izquierdistas" están contentísimos y yo creo que de tanta fiesta se han creído el cuento.

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