NIN NOVOA ES UNA CAPA ROJA
El semanario Brecha entrevistó al dirigente
comunista y del SUNCA, Oscar Andrade a propósito de la posición del gobierno
uruguayo respecto de Venezuela, expresada a través de su canciller Nin Novoa.
Lo que dice el entrevistado es totalmente compartible. ¿Quién no
compartiría frases como esta?: “A ver… una cosa es un preso
político y otra un político preso. No está preso por ser alcalde. Cualquiera
que conozca la situación del alcalde procesado (Antonio Ledezma) sabe que es un
hombre que viene de la época del Pacto de Punto Fijo, que participó del golpe
de Estado a Chávez, del sabotaje petrolero, de las guarimbas que asesinaron a
43 venezolanos. Dejemos entonces un espacio mínimo a la posibilidad de que
efectivamente existan pruebas de lo que está acusado este señor. Porque si
aparecen las pruebas (en el proceso judicial) ¿dónde te metés lo que dijiste de
que está preso por ser alcalde?”; o esta otra: “Me imagino a los
compañeros militantes de Venezuela cuando escuchan del canciller que la
situación de ese país es similar a la del terrorismo de Estado que vivió Uruguay.
No escuché a exponentes de la derecha nacional salir tan duro”.
Ahora bien, Andrade se pregunta: “¿Cómo
se entiende que el FA convoque una movilización junto con el Pit-Cnt en
respaldo al proceso bolivariano agredido y contra la intervención estadounidense
y a los pocos días tengamos una declaración que compara la situación de
Venezuela con el terrorismo de Estado en Uruguay? Es de esquizofrénico, ¿no?
Coloca a todas las fuerzas populares en una situación muy compleja. Yo tengo
claro que esa opinión no refleja ni de cerca la opinión de la militancia ni del
pueblo frenteamplista”. Y allí se pone de manifiesto la primera cuestión
que suena a tomadura de pelo.
Porque Andrade oculta que lo que
dice Nin Novoa es la posición del gobierno. De su gobierno. Del gobierno que él
contribuyó a instalar y que él integra ("El canciller expresa la posición del
gobierno", afirmó Sendic a la prensa).
Porque el dirigente sindical
–ahora diputado- fue uno de los principales promotores y defensores de la
candidatura del más que conservador Tabaré Vázquez en el Congreso de su partido
(el PCU). Porque Andrade no desconocía que Vázquez es un megalómano autoritario
que tiene su propio proyecto político y que es capaz de manipular y tejer las
peores traiciones a espaldas de su partido y de su pueblo. Y no desconocía que
Vázquez conformaría un gobierno conservador con un gabinete conservador a su
imagen y semejanza.
Por lo tanto, decir que es “un error del compañero” al referirse
a las asqueantes declaraciones de Nin Novoa, es ocultar deliberadamente la
verdad de los hechos: la política internacional del gobierno –de su gobierno,
del gobierno que él ayudó a instalar- es una política servil a los intereses
del imperialismo yanqui. Esa es la cruda realidad, que ni él ni tantos otros
dirigentes de lo que alguna vez fue un partido de izquierda podrán ocultar,
porque la ola ya los está tapando.
En un reciente artículo en el semanario Voces ,Hoenir Sarthou utiliza una imagen
que me parece brillante para describir la forma en la que el FA en el gobierno
oculta lo central de los hechos. Sarthou habla de “la democracia torera”, y
dice que “El secreto de la corrida de toros es el engaño. El torero provoca
e irrita al toro con la capa. La clave de su éxito está en
distraerlo con la capa, lograr que, cegado por la furia, el toro embista a la
capa y no al cuerpo del mismo torero”. Y agrega: “El pueblo, la
ciudadanía, es decir la materia prima y la fuerza bruta de la democracia,
recibe a través de los medios y de los discursos políticos una visión recortada
y simplificada de la realidad. Como el toro, ve la capa, coloreada y brillante,
pero no ve el cuerpo del torero. Entonces embiste, pero
embiste al vacío, a un trapo coloreado detrás del cual no hay nada, porque el
cuerpo del torero, que maneja el trapo y también la espada, está ya en otro
lado, planeando el próximo “pase”.
En ese sentido, los Fernández
Huidobro son la capa roja del torero que oculta la verdadera política de
derechos humanos del gobierno, los Nin Novoa son la capa roja del torero que
oculta la verdadera política internacional de este y el anterior gobierno y su servilismo
consciente y gustoso. Porque la entrega del país al capital trasnacional a través del TISA tampoco es una obra de Nin (aunque a él le hubiese encantado) ni de Vázquez, aunque a muchos les viene al pelo utilizar al actual gobierno como capa roja, evitando así que el toro vea las complicidades que ocultaron. La idea es que descarguemos nuestra bronca en un Nin
Novoa, para que los Andrade y otros gestores de toda esta parodia
pasen desapercibidos.
Comentarios
El dirigente sindical –ahora diputado- fue uno de los principales promotores y defensores de la candidatura del más que conservador Tabaré Vázquez en el Congreso de su partido (el PCU). Porque Andrade no desconocía que Vázquez es un autoritario que tiene su propio proyecto político y que es capaz de manipular y tejer las peores traiciones a espaldas de su partido y de su pueblo. Y no desconocía que Vázquez conformaría un gobierno conservador con un gabinete conservador a su imagen y semejanza.
Por lo tanto, decir que es “un error del compañero” al referirse a las asqueantes declaraciones de Nin Novoa, es ocultar deliberadamente la verdad de los hechos: la política internacional del gobierno –de su gobierno, del gobierno que él ayudó a instalar- es una política servil a los intereses del imperialismo yanqui. Esa es la cruda realidad, que ni él ni tantos otros dirigentes de lo que alguna vez fue un partido de izquierda podrán ocultar, porque la ola ya los está tapando.
En un reciente artículo en el semanario Voces ,Hoenir Sarthou utiliza una imagen que me parece brillante para describir la forma en la que el FA en el gobierno oculta lo central de los hechos. Sarthou habla de “la democracia torera”, y dice que “El secreto de la corrida de toros es el engaño. El torero provoca e irrita al toro con la capa. La clave de su éxito está en distraerlo con la capa, lograr que, cegado por la furia, el toro embista a la capa y no al cuerpo del mismo torero”. Y agrega: “El pueblo, la ciudadanía, es decir la materia prima y la fuerza bruta de la democracia, recibe a través de los medios y de los discursos políticos una visión recortada y simplificada de la realidad. Como el toro, ve la capa, coloreada y brillante, pero no ve el cuerpo del torero. Entonces embiste, pero embiste al vacío, a un trapo coloreado detrás del cual no hay nada, porque el cuerpo del torero, que maneja el trapo y también la espada, está ya en otro lado, planeando el próximo “pase”.
En ese sentido, los Fernández Huidobro son la capa roja del torero que oculta la verdadera política de derechos humanos del gobierno, los Nin Novoa son la capa roja del torero que oculta la verdadera política internacional del gobierno y su servilismo consciente y gustoso. La idea es que descarguemos nuestra bronca en un Nin Novoa, así de esa manera los Andrade y otros gestores de toda esta parodia pasan desapercibidos.
Publicado por José Luis Perera en 18:04
publicado a la(s) 8 de abr. de 2015 14:33 por Semanario Voces
El modelo económico y político que rige al
mundo está empezando a mostrar sus resultados en el Uruguay.
Para ejemplificarlo, elijo tres hechos que nos estallaron en la cara hace muy poco. No los elijo por ser únicos sino por ser los más recientes.
El primero es que, de pronto, pese a que el gobierno había asegurado que sus controles medioambientales eran efectivos, parte del agua potable de Maldonado y la cuenca del Río Santa Lucía, que abastece de agua potable a Montevideo, están seriamente contaminadas.
El segundo es que, a raíz de que un paciente de la Colonia Etchepare fue muerto y comido por perros, nos enteramos de que los pacientes de esa institución, dependiente del sistema de salud pública, convivían con una peligrosa jauría de más de cien perros en estado casi salvaje.
Alguien podrá objetar que los tres hechos no tienen nada que ver entre sí.
Claro, eso es lo que parece, lo que a sus responsables les conviene que parezca. Sin embargo, me atrevo a demostrar que entre los tres existen causas y aspectos en común. Veámoslo.
EL SECRETO
El primer aspecto en común es el secreto, o la mentira oficial sobre la realidad.
Mintió el gobierno al decir que controlaba eficazmente la contaminación y que el modelo agroindustrial al que se le han abierto las puertas, con exoneraciones tributarias y mil facilidades, era compatible con el cuidado del medio ambiente.
Miente y silencia la verdadera situación del sistema de salud, cuya realidad muestra la cara a cada rato, ya sea en episodios de corrupción, como el que involucró el año pasado a un poderoso director de ASSE, o de abandono inhumano, como el que sufren los pacientes de la Colonia Etchepare.
Silenció las negociaciones sobre el TISA, pese a que la importancia de ese tratado requeriría un extenso debate público, que seguramente terminaría por obligar al gobierno a rechazarlo, como ocurrió antes con el TLC propuesto por los EEUU.
TANTO TIENES, TANTO VALES
El segundo aspecto en común es que los tres fenómenos ponen de manifiesto la verdadera regla que rige las decisiones políticas en el modelo imperante.
La contaminación de la cuenca del Santa Lucía se debe, principalmente, al vertido de productos químicos utilizados por los emprendimientos agroindustriales de la zona para la fumigación de sus cultivos.
El TISA significa la desregulación de la actuación de empresas multinacionales en nuestro territorio, el compromiso del Estado de garantizarles incluso mejores condiciones que a las empresas nacionales, y el poder de los tribunales internacionales para juzgar si esas condiciones se cumplen y sancionar al Estado uruguayo (recordemos el juicio con Philips Morris).Los internos de la Colonia Etchepare, en cambio, como muchos otros desgraciados, no tienen para negociar el pago de impuestos, no ofrecen recepciones ni viajes y sus intereses no están protegidos por la OMC ni por la OCDE. La verdadera regla –la que no se menciona- es que el modelo sólo respeta y atiende a quienes tienen poder para hacerse valer. Poder económico, poder corporativo, respaldo internacional y/o capacidad para hacer lobby, lograr prensa y hacerse oír.
Hemos visto aplicar esa regla en otros casos: PLUNA, la regasificadora, Aratirí, las exoneraciones tributarias, puertos y zonas francas concedidas a tantas megainversiones.
LLEGAMOS AL PRIMER MUNDO
Las cosas que están ocurriendo en el Uruguay no son casuales ni ocurren sólo aquí.
De hecho, la crisis que desde 2008 sufren Europa y los EEUU es, en muy buena medida, consecuencia de la desregulación y el privilegio concedidos al capital financiero.
Sin embargo, la misma receta económica y social que provocó esa crisis es la que los organismos internacionales nos siguen recomendando y la que nuestros gobernantes siguen “comprando” como buena.
Es que la implementación de ese modelo económico y social requiere de un sistema político y de un tipo de gobernantes que la haga posible.
Eso, en algunos lugares del mundo, ha cambiado. No precisamente en los países musulmanes y petroleros, donde las invasiones y la promoción de guerras siguen a la orden del día. Pero sí en el ámbito de la civilización occidental, donde la democracia, una muy particular forma de democracia, se está mostrando como una forma de dominación más eficaz.
LA DEMOCRACIA TORERA
El secreto de la corrida de toros es el engaño. El torero provoca e irrita al toro con la capa. La clave de su éxito está en distraerlo con la capa, lograr que, cegado por la furia, el toro embista a la capa y no al cuerpo del mismo torero. Si el animal lograra ver al torero en el momento de embestir, el torero estaría perdido. Pero el toro se engaña, persigue a un trapo rojo. Y ese error le cuesta la vida.
Buena parte de las democracias occidentales están funcionando bajo el mismo régimen que las corridas de toros.
El pueblo, la ciudadanía, es decir la materia prima y la fuerza bruta de la democracia, recibe a través de los medios y de los discursos políticos una visión recortada y simplificada de la realidad. Como el toro, ve la capa, coloreada y brillante, pero no ve el cuerpo del torero. Entonces embiste, pero embiste al vacío, a un trapo coloreado detrás del cual no hay nada, porque el cuerpo del torero, que maneja el trapo y también la espada, está ya en otro lado, planeando el próximo “pase”.
En los países “desarrollados”, la engañosa “capa” tiene varios nombres. Puede ser, por ejemplo, el terrorismo musulmán, o la competencia de los inmigrantes por los puestos de trabajo, o el odio racial o religioso, o el terror a perder los niveles de consumo. Así, irritados, distraídos o engañados por esas “capas”, muchos ciudadanos no ven a los banqueros y a los políticos serviles que gobiernan sus vidas. El crecimiento de “Podemos”, en España, responde en gran parte a que su discurso desnuda al torero detrás de las capas.
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