¿TANQUE DE IDEAS...O CONTENEDOR DE BASURA?



Hace un par de semanas hablábamos de CERES, el Think Tank (tanque de ideas) dirigido por el Dr. Ernesto Talvi (el que mereciera un “más populista será tu abuela”, por parte de Mujica), y de sus preocupaciones en cuanto a que la pobreza y la exclusión en nuestro país pueden generar las condiciones para que gane algún candidato populista. Este “tanque de ideas” es el mismo que el 5 de noviembre de 2002 presentara en el Sheraton un trabajo de investigación titulado: “Hacia un Tratado de Libre Comercio entre Uruguay y Estados Unidos: contenido e impacto”, elaborado por Herminio Blanco y Jaime Zabludovsky. Y aunque la investigación fue financiada por la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos, y los autores son investigadores asociados a CERES, ambos organismos se preocuparon de aclarar que las opiniones del informe no necesariamente los comprometía. Es decir, una investigación financiada por ellos, hecha por sus propios investigadores, y presentada por ellos, pero que ellos no tenían nada que ver. “Yo no fui”, les faltó decir. Para los investigadores (uno ex Ministro de Industria y Comercio de México y el otro ex Embajador de México ante la Unión Europea) , era deseable para Uruguay la concreción de un TLC con los Estados Unidos, entre otras razones, porque la concreción del Tratado implicaba una serie de reformas que de otra manera no se harían. Pero además, porque la instrumentación del acuerdo se transformaría en “un poderoso imán para las inversiones extranjeras”. Estos dos mexicanos, intentaban vendernos sus espejitos de colores, y se basaban en el famoso NAFTA. Ese mismo NAFTA que hoy está hundiendo a México en una crisis económica sin precedentes (la que se quiere tapar con una gripe). De hecho, nuestro país no hizo ninguna de las reformas que estos señores promocionaban y recomendaban, y no firmó un TLC (gracias a la lucha denodada iniciada, entre otros, por el PIT-CNT y nuestro Partido), y aún sin ese “imán”, las inversiones vinieron y batieron récord históricos. Y gracias a que no seguimos las indicaciones de estos Tanques de Ideas, hoy estamos en mejores condiciones que otros países que sí firmaron esos TLC, para superar la crisis mundial. Y no lo decimos nosotros solamente. Según la CEPAL, por ejemplo, "...la crisis internacional está impactando en América Latina y el Caribe a través de dos canales principales: el real y el financiero. En el real, por una desaceleración de las exportaciones, especialmente en aquellos más ligados a las economías en recesión, como México y otras centroamericanas donde el turismo y las remesas desde EEUU son relevantes". También dice la CEPAL que "...para enfrentar problemas globales (la crisis mundial) se requieren soluciones coordinadas, mayor integración y coordinación regional de las políticas macroeconómicas, potenciar el comercio intrarregional y el establecimiento de una nueva arquitectura financiera internacional". Es decir, que si hubiéramos seguido los consejos de CERES, hoy estaríamos inmersos de lleno en la crisis por nuestra mayor dependencia de los Estados Unidos, pero además estaríamos en peores condiciones para salir de ella, puesto que estaríamos fuera del MERCOSUR y del comercio intrarregional.
OTROS CONSEJOS DE CERES
El Director de CERES, el Dr. Ernesto Talvi, nos ha dado otros consejos sobre como hacer las cosas en nuestro país. En noviembre del año pasado, en una entrevista con El Espectador, Talvi afirmaba que “Como consecuencia de la crisis financiera global y sus repercusiones en nuestros vecinos, al país lo aguardan momentos difíciles que deberá encarar con firmeza...”. Según Talvi, si hubiéramos hecho lo que hizo Chile, que ahorró 70 y gastó 30, en lugar de gastarlos en “...cosas que obviamente son necesarias: alivio de la pobreza, programas sociales, programas de infraestructura”, “habríamos creado un fondo de unos 1.200 millones de dólares que hoy nos habría dado un blindaje que haría innecesario pedir líneas de crédito contingentes a los organismos multilaterales, como vamos a tener que hacer”. No deberíamos –según Talvi- haber “gastado” en el Plan de Emergencia, ni en el Plan de Equidad, ni en la reforma de la salud, ni en las operaciones de ojos, ni en ALUR, ni en el Plan Ceibal ni en nada de eso. Deberíamos haber hecho lo que Chile, según Talvi, y sus razones son contundentes. Dice Talvi: “El riesgo país de Chile es hoy de 350 puntos; el de Uruguay 800; los bonos globales de Chile cayeron un 9 por ciento promedialmente; los uruguayos un 27 por ciento. No hay más nada que decir”. Eso es lo más importante para CERES y para Talvi: el riesgo país y los bonos globales. Claro, los medios de prensa ya están informando que a siete meses de la elección presidencial en Chile, el candidato derechista Sebastián Piñera es amplio favorito para triunfar al obtener en una eventual segunda vuelta un 44 por ciento de las preferencias. Tal vez esta sea otra de las razones para que Talvi nos recomendara seguir el ejemplo chileno.
A Talvi le preocupa el tema de la pobreza en nuestro país, y también el de los salarios. Dice que estos aún están un 16% por debajo del nivel pre-crisis. No dice ni una palabra sobre quienes son los responsables de la pobreza y de los salarios rebajados. Olvida decir que este gobierno solo es responsable de haber reducido la pobreza (no de crearla) y de haber aumentado los salarios (no de reducirlos), además de haber reinstalado los Consejos de Salarios y la negociación colectiva. Le preocupa también a Talvi y a CERES la pobreza infantil y el deterioro de la educación, y al preguntársele cuales son las soluciones a estos problemas, contesta con cosas totalmente novedosas como “garantizar incentivos a los flujos globales de inversión”, “bajar la presión tributaria” y “abrir a la competencia los servicios públicos”. Novedades que ya fueron aplicadas durante décadas de neoliberalismo en América Latina y que la llevaron a tantos países prácticamente a la ruina. Y a propósito, cuando Talvi fue asesor del gobierno de Lacalle, la presión tributaria no bajó, sino que justamente se aplicó el impuesto a los sueldos, con la excusa de que era en forma provisoria (provisorato que duró hasta que llegó el gobierno del Frente Amplio).
INDEPENDIENTES
Toda esta basura intelectual, es disfrazada (como corresponde) de una asepsia técnica y políticamente independiente para consumo de ilusos. Dice Talvi que “CERES es una institución independiente y yo reivindico y enfatizo el valor del pensamiento independiente, porque si bien es una opinión que se hace desde un lugar incómodo, se hace a la intemperie...porque el pensamiento independiente permite una visión más libre, más objetiva...”. Una intemperie que apenas cuenta con el apoyo de unos pocos medios masivos como El País, Búsqueda y El Observador (por nombrar apenas algunos de los medios impresos). Una independencia que va mucho más allá de que en su Consejo Directivo se encuentren socios de Guyer y Regules, o presidentes de la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos; o más allá de que Talvi haya sido Economista Jefe y Director del Departamento de Política Económica del Banco Central del Uruguay entre 1990 y 1995 (gobierno blanco) y que durante ese período actuó como asesor del equipo económico de gobierno. Independencia que le impide decir quienes fueron los responsables de la exclusión y de los salarios de hambre en este país, pero que sin embargo le permite advertir a los uruguayos sobre los peligros del populismo y que “Con un régimen de sesgo estatista como claramente tiene el nuevo programa que aprobó el Frente Amplio no puede haber un país próspero.”
Demasiada preocupación por mostrar una neutralidad inexistente, cuando lo único necesario es un mínimo de honestidad intelectual.

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