SENTIMIENTOS Y VALORES
Vázquez subió sin hacerse rogar. Tomó el micrófono y explicó que
no iba a enumerar logros, ni a repasar momentos de estos 42 años. Él quería
referirse más a "sentimientos y valores". A partir de allí, comenzó
un discurso con tono de campaña electoral que tuvo mensajes para los uruguayos,
la interna del partido y la oposición.
Uno de esos valores, era la “confianza”, confianza en el FA y respaldo para los compañeros en el gobierno. "Confianza como una actitud permanente de creer, de saber, que podemos tener fe en el proyecto político y también en los compañeros en los cargos de gobierno para llevar a cabo ese proyecto”, señaló.
Esto es, los frenteamplistas deberían confiar, creer, saber,
tener fe, en que si el proyecto político
colectivo establece que “…rechazamos el actual proyecto ALCA y los eventuales
acuerdos bilaterales de comercio con Estados Unidos concebidos en este marco,
en tanto no resultan favorables a nuestros objetivos de consolidación de país
productivo”, ninguno de los compañeros elegidos en cargos
de gobierno para llevar a cabo ese proyecto saldrán rápidamente a gestionar un
TLC con los Estados Unidos. Si los frenteamplistas tienen confianza, eso no
sucederá.
O si el Frente Amplio, por ejemplo, en función
de ese proyecto político, presenta en el Parlamento un proyecto de ley para
despenalizar el aborto, y luego lo vota, los frenteamplistas deben tener
confianza, creer, saber, tener fe, que no habrá ningún compañero electo en un cargo
de gobierno para llevar a cabo ese proyecto, que cometa el atropello de vetar
esa ley.
O si el FA vota una ley sobre accidentes laborales, que favorece a los trabajadores, los frenteamplistas deben tener confianza, creer, saber, tener fe, que no habrá ningún compañero electo en un cargo de gobierno para llevar a cabo ese proyecto, que cometa el atropello de vetar esa ley.
O si el FA vota una ley sobre accidentes laborales, que favorece a los trabajadores, los frenteamplistas deben tener confianza, creer, saber, tener fe, que no habrá ningún compañero electo en un cargo de gobierno para llevar a cabo ese proyecto, que cometa el atropello de vetar esa ley.
Y sobre el final, Vázquez envió algunos mensajes para la interna
del partido, pidió que se busquen los caminos orgánicos cuando la fuerza
política no está de acuerdo con el gobierno y así evitar el "show
mediático". "Los gobernantes
tendremos (no sabía que el señor era gobernante, estoy en otro mundo, eso
me pasa por no tener televisión) que
acatar y aceptar el mandato de la fuerza política, pero evitar el show
mediático que en las radios, la televisión y los diarios se peleen los que se
tienen que pelear, y nosotros discutamos orgánicamente donde tenemos que
discutir, dando respaldo a nuestra fuerza política. Quien quiera un show
mediático que vea Tinelli, si quiere un radial que escuche 'La Venganza será
Terrible', de Dolina, y si quiere uno escrito hay tanta prensa por ahí que se
presta a eso, que no vale la pena que nosotros desarrollemos esa actividad",
dijo.
En este punto, los analistas no se ponen de acuerdo. Algunos
sostienen que cuando habla de que “los gobernantes
tendremos que acatar y aceptar el mandato de la fuerza política” se está
refiriendo nuevamente al tema de la ley de despenalización del aborto (reiterar
hasta que entre), esto es, que si la fuerza política vota una ley, los
gobernantes no la veten; y que si la fuerza política la vuelve a votar en el
período siguiente, no salga nadie firmando por un referéndum para derogarla.
Otros sostienen que es un tiro por elevación para el presidente y el
vicepresidente, que cuando la fuerza política mandató a los legisladores a
votar la anulación de la ley de impunidad, ambos concurrieron al Parlamento a
decirles que no la votaran. De cualquier manera, el sayo es pa todos o pa
naides.
En cuanto a lo del show mediático, claramente se refería a que
no es bueno andar diciendo cosas en los colegios del Opus Dei cuando se sabe
que lo que se dice saldrá en todos los medios, y menos si lo que se dice es una
brutal y asquerosa agachada ante el imperialismo, y menos aún si esa agachada
es desconocida por todo el resto del gobierno y de la fuerza política. Eso es muy
feo, tiene razón TV, genera un show mediático difícil de digerir. Las peleas y
los agravios entre dirigentes de la fuerza política no son buenos tampoco, y generan malestar
en la militancia. Cuando un compañero dirigente, por ejemplo, está haciendo
campaña nada menos que para obtener nuevamente el gobierno del país, no es bueno
que un gobernante diga que ese dirigente dice estupideces. Cualquier abombao
sabe que eso es terrible.
Sobre el
final de su discurso, Vázquez pidió unidad para hacer frente a la derecha. No
puso ejemplos, pero bien podría haber puesto como ejemplo, firmar el referéndum
de la derecha contra una ley votada por el Frente Amplio. Eso sería un buen
ejemplo de “unidad para hacer frente a la derecha”. Una lástima que no lo haya
dicho. Seguro que lo pensó.
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