CON EL PROGRAMA EN LA MANO

"De pie y con el programa del FA en la mano, cual pastor de “Pare de sufrir”, Baráibar invitó a señalar cuáles de las cosas que se están haciendo no están en el programa de gobierno y sintetizó lo que a su juicio configura el proceso de cambios de izquierda en el Uruguay".

Así describía La Diaria parte de la intervención del Senador Carlos Baráibar en el seminario internacional “Las políticas económicas de la izquierda en el gobierno”, que se desarrollara los días 25, 26 y 27 de octubre. No estuvimos en el seminario señalado, lamentablemente, porque quizás hubiéramos podido señalarle al compañero Baráibar algunas cuestiones que entendemos no se compadecen ni con la letra ni con el espíritu del programa de nuestra fuerza política. Personalmente, es la cuarta vez que me pierdo la oportunidad de hacerle algunas preguntas y señalamientos al compañero senador. La primera fue en el Comité “El Hervidero” de Solymar –al que pertenezco-, a donde se comprometió a concurrir a una charla sobre el TLC con los Estados Unidos y nos dejó esperándolo (luego me enteré que ese día optó por viajar a Buenos Aires a interesarse en la embajada de Vietnam por el TLC que tienen con la potencia del norte). La segunda fue en una charla en el Diario Oficial, en donde expuso junto a Alberto Couriel, Enrique Rubio y Gerardo Caetano sobre el TLC, pero en donde no hubo oportunidad de hacer preguntas. La tercera fue en una charla sobre el mismo tema en El Pinar, organizada por la Coordinadora Costa 1, y en donde supuestamente expondríamos el Ec.Gustavo Melazzi por la Red de Economistas de Izquierda, quien esto escribe (por la Comisión en Defensa de la Soberanía) y el senador Baráibar. Lamentablemente una vez más nos dejó esperando (creo que andaba por México). Ahora me perdí, por razones laborales, esta cuarta oportunidad. No pierdo las esperanzas.
Algunos botones de muestra
No se si Baráibar quería que le señalaran solamente las cosas que se están haciendo y no están en el programa, o si le interesaba saber también si había cosas que están en el programa y no se están haciendo. Yo tomaré sólo un capítulo del programa, para mostrarle al compañero Baráibar algunas inconsistencias y cuestiones directamente contradictorias con lo que prometimos. Tomaré únicamente el capitulo de la inserción internacional del país.
Programa: “…rechazamos el actual proyecto ALCA y los eventuales acuerdos bilaterales de comercio con Estados Unidos concebidos en este marco, en tanto no resultan favorables a nuestros objetivos de consolidación de país productivo”.
Danilo Astori: “Uruguay tiene que comenzar a hacer esfuerzos para llegar a tener un tratado de libre comercio con Estados Unidos” (Búsqueda 5/1/2006). “…cuánto antes mejor” agregó.
Si la cosa hubiera quedado en esa simple expresión de deseos de Astori, tal vez Baráibar podría decir que una opinión no significa violar el programa, pero su líder no sólo expresó su deseo, sino que trabajó y mucho por hacerlo realidad. Tanto es así que embarcó a la fuerza política en una rediscusión de la inserción internacional del país, luego de lo cual el Plenario Nacional reafirmó lo resuelto en el Congreso. No obstante ello, el ministro siguió trabajando en pro del TLC, lo que generó un nuevo pronunciamiento, esta vez de la Mesa Política, rechazando tal posibilidad y reafirmando lo resuelto en el Plenario. Muy a pesar de ello, Astori siguió impertérrito rumbo al TLC, provocando pronunciamientos del PIT-CNT, la formación de la Comisión Nacional en Defensa de la Soberanía, y la sucesiva toma de posición de sectores de nuestra fuerza política que hasta entonces se mostraban dubitativos. Todo este movimiento en contra del TLC, llevó a que el jueves 28 de setiembre el tren frenara en seco, cuando Tabaré anunció que no habría TLC, y que se comenzaría a trabajar en un TIFA. No obstante, pese a que el programa dice que no, a que el Plenario Nacional dijo que no, a que la Mesa política dijo que no, y a que Tabaré anunció en conferencia de prensa que no habría TLC, ese mismo día, como si nada hubiese pasado, Astori vuelve a decir que para nada está descartado un TLC con los Estados Unidos. No se como le podrá llamar a esto Baráibar, pero seguramente no podrá decir que es aplicar el programa. Ya hemos dicho bastante sobre este asunto, y seguramente tendremos que seguir haciéndolo, mientras nuestro ministro de economía -a pesar de todos los pesares- siga insistiendo en llegar a un TLC con Estados Unidos. Por lo pronto, mientras escribo estas líneas, nuestro ministro de economía se encuentra en Washington haciendo gestiones ante el Banco Mundial por el tema de las plantas de celulosa, y de paso –como no podía ser de otra manera- anunció que aprovechará para conversar sobre el TLC.
Por otro lado, el compañero Baráibar debería aceptar que tanta insistencia en un TLC con los Estados Unidos no va en la línea de lo que decimos en el programa en el sentido de que “…las apuestas del país deben pasar por la región y el fortalecimiento del proyecto Mercosur”. Un TLC con Estados Unidos no sólo no fortalece al Mercosur, sino que va en sentido absolutamente contrario.
Digamos además que los pagos por adelantado de la deuda con el FMI -y ahora posiblemente su cancelación total- sin una renegociación que buscara un margen excedente para el país productivo, y sin buscar el apoyo de otros socios en situación similar, se da de patadas con lo que decimos en el programa, a saber: “Nuestro país debe sumar su voz y sus esfuerzos al conjunto de países con quienes comparte visiones para defender sus intereses en el contexto de los organismos multilaterales de comercio y de crédito”. Y tampoco con lo que el programa dice más adelante sobre este mismo punto: “…en este proceso se profundizó la dependencia externa del país, generando una deuda pública equivalente al 100% del PBI cuyo pago de amortizaciones e intereses estará condicionando la vida de los y las uruguayas. El gobierno del Dr.Batlle ha mantenido terca y dogmáticamente la misma política”. Si el pago de amortizaciones e intereses venía condicionando la vida de los y las uruguayas desde hace años, y si en nuestro programa señalábamos que el gobierno de Batlle mantenía terca y dogmáticamente la misma política, sería porque nosotros en el gobierno llevaríamos una política diferente. Al menos a esa conclusión debería llegar cualquier ciudadano que leyera nuestro programa. Por lo tanto, mal que le pese al compañero Baráibar, también en este tema nos estamos apartando del programa.
Demás está decir que estas cosas que señalamos no significan desconocer que nuestro gobierno está llevando adelante una gestión como nunca se había visto en este país, mal que les pese a los dirigentes de la oposición, enredados en sus patéticas interpelaciones (a propósito, les sugerimos una: podrían interpelar al ministro Lescano acerca de por qué el chino Recoba no está en la selección, por ejemplo). El respaldo a esa gestión acaba de verse en la fenomenal participación de los frenteamplistas en las elecciones internas, que superó las previsiones más optimistas. Pero una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa, compañero Baráibar. No se si me explico.
Miércoles, 15 de Noviembre de 2006

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