LOS DESAFIOS DE LA HORA


EL MUNDO EN QUE VIVIMOS
La crisis global que se ha desatado (y que veníamos anunciando desde hace tanto tiempo) es mucho más profunda de lo que parece en la superficie, y tiene que ver con el modo de producción capitalista. Si bien tiene su origen en los Estados Unidos (como consecuencia de la burbuja inmobiliaria y financiera) la crisis es mundial y arrastra a Europa y Asia. A tal punto se ha llegado, que muchas voces en los propios Estados Unidos hablan ya de la ¡estatización de la banca! –nada mas y nada menos- como forma de rescatar las deudas, las hipotecas basuras, etc…Y ya golpea a la puerta la crisis de las tarjetas de crédito. Hace pocos días, un representante de la Confederación Sindical Internacional señalaba que el resultado neto de la crisis financiera mundial, causada por el estallido del mercado de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, arrojará una pérdida de empleos, como ha ocurrido en el pasado. Y el presidente del grupo de los trabajadores en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), previno de que las turbulencias financieras "hundirán aún más en los márgenes de la sociedad a los trabajadores más pobres", y alertó acerca de que “los trabajadores y sus familias no podrán satisfacer sus necesidades básicas”, durante un debate sobre las repercusiones de la crisis financiera internacional sostenido en el máximo cuerpo de la OIT. Pero hay que tener en cuenta además que esta crisis genera, por cierto, una lucha despiadada por los mercados, lo que va generando un clima complejo entre las naciones, que no tiene por que terminar en conflictos bélicos, pero que crean tensiones por todos lados. Por eso nos preocupa América Latina, pero también Kosovo, Irán, Irak, Pakistán, etc. Por otro lado, nos preocupan algunos signos que pueden aumentar la agresividad del imperialismo. Se ha multiplicado el gasto en lo que tiene que ver con la represión interna, y los soldados yankis están agotados porque rotan cada menos tiempo.
Ese mismo panorama complejo es el que vemos en nuestra América Latina. El conflicto provocado entre Ecuador y Colombia muestra a las claras el grado de aislamiento de EEUU en un organismo como la OEA. Pero hay que ver como se procesan los cambios en Bolivia, como se superan los problemas en Argentina y hasta en la propia Venezuela. El imperialismo no se queda quieto, y se fomentan conflictos internos, interregionales y hasta separatistas.
LO ECONOMICO
El panorama que describimos más arriba nos lleva de la mano a analizar cuales son las condiciones subjetivas para enfrentar estas situaciones. Y en ese sentido creemos que los asalariados (a nivel mundial) no están en las mejores condiciones desde el punto de vista ideológico. Si bien las condiciones objetivas pueden favorecer las posturas revolucionarias, tenemos que analizar en profundidad el factor subjetivo. La situación es muy compleja y peligrosa si no se controla el proceso, y hay que saber quien encabeza las luchas en Europa o en los Estados Unidos.
Debemos ver con cuidado si el tema de los precio de las materias primas (que hoy nos favorecen enormemente) no es también una burbuja, y en la medida en que el PBI mundial se venga abajo por efecto de la crisis, los precios no acompañen esa caída. Porque lo que se puede ver, es una gran especulación con los precios a futuro, y el comienzo de caída de algunos precios de los comodities. Si estos procesos impactan en Brasil y en Argentina, nosotros no nos escapamos.
Por eso, y en contraposición a algunas posturas del equipo económico, nosotros decimos: ESPERANDO LO MEJOR, PREPAREMONOS PARA LO PEOR. Para ello no proponemos cosas extravagantes: Reforzar el mercado interno mediante el aumento del gasto público, sobre todo en vivienda, que es una inversión en la cual el 90% es nacional y el resto del MERCOSUR. Más y mejor papel del Estado en su conjunto, interviniendo en forma más activa. Creemos que ya no hay lugar para la mega inversión, por dos razones fundamentales: en primer lugar porque ahora (crisis mediante) se reducen los mercados, y por la misma razón, ya no hay dinero disponible para esas inversiones. Pero aquí debemos poner atención a algunas cuestiones que están sobre el tapete y que aparecen no del todo claras. Tenemos que analizar con sumo cuidado la denominada Transformación Democrática del Estado (y ver si se trata realmente de una transformación, y cuánto tiene de democrática). Habrá que ver con detenimiento el tema de AFE (los socios mayoritarios, ¿serían los mismos de las empresas forestales? ¿ellos mismos se fijarían sus propias tarifas?) y la segunda terminal de contenedores (en la primera tenemos un 20% de participación, ¿por qué no se habla nada de nuestra participación en esta segunda?).
Lo otro es la integración, y no sólo a través del MERCOSUR, sino vía ALBA y Comunidad de Naciones. Darle preferencial importancia a las inversiones interestatales (utilizando en profundidad el Fondo Bolívar-Artigas), y viendo la importancia del Banco del Sur para los proyectos de tipo productivo que hemos venido reclamando. El Fondo Bolívar-Artigas tiene enormes potencialidades que no se han aprovechado de forma íntegra por problemas de concepciones. Las mismas concepciones que han retrasado las inversiones en ANCAP, que nos hubiera permitido la generación de miles de puestos de trabajo además de permitirnos la refinación del petróleo pesado venezolano.
LAS TAREAS IMPRESCINDIBLES
Nos preocupa que estas cuestiones no las estén viendo otros sectores del FA. Porque esta película que estamos viendo ahora va a ser muy diferente en poco tiempo más. Como siempre, se trata de dar una gran batalla ideológica, teniendo en cuenta que de un lado y de otro nos dirán, unos que está “todo bien”, y otros que “todo está mal”.
De ahí la importancia de fortalecer las herramientas populares que hemos venido construyendo por décadas. Fortalecer el FA (que pasa por resolver bien el tema del Congreso que se reanuda el 19 de abril), el PIT-CNT, y todas las organizaciones sociales (cuya herramienta actual más importante es el Congreso del Pueblo). Tenemos instalada a la vuelta de la esquina la Rendición de Cuentas, que tiene que ver con todo lo anterior. Y necesitamos darle un impulso imprescindible a la recolección de firmas para la anulación de la ley de impunidad. En este sentido es de suma importancia lo resuelto por el último Plenario Nacional para que nuestro Frente Amplio se ponga a trabajar en la recolección de firmas.
De manera que lo esencial en esta hora, es defender la UNIDAD y la ORGANIZACIÓN. Como bien lo planteara el compañero Ignacio Martínez en su artículo de la semana pasada, la UNIDAD como “…una de las ideas fundamentales que dieron origen al Frente Amplio, y que hoy se vuelve imprescindible para luchar por el proyecto de país que hemos definido en tantos Congresos políticos, sindicales y sociales desde 1965…”. “Unidad para ponernos de acuerdo entre los que no estamos de acuerdo. Unidad para ir avanzando en cuestiones concretas que nos den fuerzas para derrotar el bloque que nos domina, que sigue siendo el mismo”. Y necesariamente la ORGANIZACIÓN para recorrer el complejo camino que tenemos por delante. Los mojones en ese camino, en el corto plazo, están a la vuelta de la esquina. Como ya dijimos, el Congreso del FA el próximo 19 y 20, pero antes el “acto de la 20” (el viernes 18), que como todos los años debe ser un lugar de encuentro frenteamplista y popular, como lo expresa la consigna: CON LOS 8 Y EL PUEBLO FORJANDO LOS CAMBIOS.
Y luego sin duda el 1º de mayo, que más que nunca deberá ser de unidad y lucha, con la rendición de cuentas y la defensa del patrimonio estatal como elementos centrales para el desarrollo del país productivo. Si somos capaces de centrar la discusión en estos grandes temas, dejando de lado las pequeñeces, la situación transcurrirá por los carriles que debe hacerlo. Lo importante es el debate político; si el debate político es bueno, los temas se resuelven en la forma correcta.

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