PRIMERO ESTÁ EL PROGRAMA
Como se sabe, el proceso de definición de las candidaturas en el Frente Amplio es bastante más complejo que en los partidos tradicionales. En nuestra fuerza política no existen los caudillos que se autoproclamen, sino que la candidatura se define en un Congreso, que en este caso se realizará en diciembre, en donde también se definirá el programa. Claro, eso no significa que cada tanto no aparezca algún nombre en la agenda, más allá de que algunas candidaturas fabricadas por los medios sigan en el candelero. De esta forma, y luego de que Tabaré rechazara definitivamente la idea de la reelección, se han estado manejando los nombres de Danilo Astori, José Mujica, Eduardo Rubio, Daniel Martínez, Daisy Tourné y otros. Lamentablemente, este manejo de los medios pretende generar en la opinión pública –y en cierto modo lo logra- la idea de que la izquierda ha dejado de lado ciertos conceptos que históricamente hemos proclamado en nuestro Frente Amplio, como el de candidatos únicos y la búsqueda del consenso.
Un día sí y otro también vemos como los medios van imponiendo su visión de los hechos políticos que se generan, transformándolos en verdades indiscutibles a los ojos de la opinión pública. De esa forma, un día hablan de un “espaldarazo del presidente Tabaré Vázquez al ministro de Economía, Danilo Astori para su candidatura”. Y al día siguiente el diario Ultimas Noticias dice que “Asamblea Uruguay, la Alianza Progresista y el Nuevo Espacio siguen siendo los únicos sectores que respaldan sin vacilar la candidatura de Astori para las próximas elecciones”. Aunque pocos días después se puede comprobar que Alianza Progresista ni por asomo ha tomado una decisión al respecto. Por otro lado, resulta a todas luces obvio que la candidatura Astori-Mujica o Mujica-Astori es un invento de la prensa, y los propios compañeros del MPP lo han señalado.
Un día sí y otro también vemos como los medios van imponiendo su visión de los hechos políticos que se generan, transformándolos en verdades indiscutibles a los ojos de la opinión pública. De esa forma, un día hablan de un “espaldarazo del presidente Tabaré Vázquez al ministro de Economía, Danilo Astori para su candidatura”. Y al día siguiente el diario Ultimas Noticias dice que “Asamblea Uruguay, la Alianza Progresista y el Nuevo Espacio siguen siendo los únicos sectores que respaldan sin vacilar la candidatura de Astori para las próximas elecciones”. Aunque pocos días después se puede comprobar que Alianza Progresista ni por asomo ha tomado una decisión al respecto. Por otro lado, resulta a todas luces obvio que la candidatura Astori-Mujica o Mujica-Astori es un invento de la prensa, y los propios compañeros del MPP lo han señalado.
Es sabido que el Frente Amplio está constituido por sectores y bases, y que son muchos los sectores políticos que lo integran. Sin embargo, cuando sólo dos sectores se han manifestado a favor de la candidatura de Astori, el diario La República tituló recientemente: “La candidatura a la presidencia del ministro de Economía, Danilo Astori, cobra cada vez más fuerza dentro del Frente Amplio”. Luego de que el Plenario Nacional del Nuevo Espacio apoyara una fórmula integrada por Mujica y Astori fueron los propios dirigentes del MPP quienes calificaron la decisión de “irrisoria”, y dijeron que “lo único que hay es la decisión de un sector de apoyar algo que no existe”. En el MPP hay un convencimiento de que el asunto se dirimirá en el Congreso, y por lo tanto apuntan sus baterías a las elecciones del 25 de agosto. En los demás sectores (con excepción de Asamblea Uruguay y el Nuevo Espacio), la fórmula tampoco se percibe con mucha claridad y se insiste en la necesidad de trabajar sobre el programa y fomentar el surgimiento de nuevos nombres desde las bases.
En este panorama, hay que incluir también a aquellos que pretenden influenciar en la opinión frenteamplista y de la ciudadanía en general con el manejo de encuestas que no son otra cosa que operaciones políticas con el fin de catapultar la postulación de determinado candidato. El manejo de las encuestas como argumento, y las afirmaciones sin fundamentación parece que están en el orden del día. Quienes se manejan con encuestas, toman de ellas lo que sirve para fundamentar sus opciones políticas, pero dejan de lado aquello que a todas luces contradice sus argumentos. Y así tenemos a diario declaraciones del tipo: “…con la buena gestión del gobierno no alcanza para ganar las elecciones, se necesita una buena fórmula, y la única capaz de ganar es Astori-Mujica”. Y uno se queda con ganas de saber cuál es la razón por la que esa fórmula es ganadora, pero además, de saber por qué razón esa es “la única” ganadora. Y no encontramos a nadie que responda la siguiente pregunta: Si la candidatura de Astori es la que nos asegura ganar las elecciones, y si las encuestas indican que Astori es quien encabeza las preferencias de los frenteamplistas, ¿por qué las intenciones de voto para el Frente son cada vez más bajas y ahora es casi segura una segunda vuelta? Si la gestión de nuestro gobierno es tan buena, y además el candidato es el ideal, ¿como es que la intención de voto por el Frente Amplio desciende?, ¿no será que el candidato que nos están imponiendo los medios es quien nos hace perder esos votos? No lo estoy afirmando. No estoy diciendo que sea así. Pero creo que es muy válido hacerse esa pregunta y muchas otras. Una de las dos premisas falla por algún lado. Porque no es posible que teniendo una gestión impecable y el candidato perfecto ahora parece que el FA no sólo no gana en primera vuelta sino que corre el riesgo de perder el balotaje.
Coincidimos con lo enunciado por los compañeros de la Vertiente Artiguista. El diputado Eduardo Brenta dijo a El País que en la Vertiente creen que "no es momento de acelerar las definiciones" y que, en ese sentido, preocupa que haya algunos "empujes" en la propia coalición de izquierda, donde "a veces parece que la discusión ya está cerrada". Consultado acerca de si el sector rechaza la candidatura del ministro Danilo Astori, afirmó: "No somos pro nadie ni anti nadie. No tenemos prejuicios, pero queremos que haya un debate". De la misma manera compartimos lo expresado por el compañero Gargano días pasados, en cuanto a que la dinámica instalada por los medios de comunicación que promueven determinadas candidaturas hace que nosotros discutamos acerca de esas candidaturas y no discutamos acerca del programa. “Yo necesito saber qué política exterior va a haber, qué política económica va a haber, qué política social va a haber y qué postura tiene cada uno de los muy buenos dirigentes del FA” –dijo Gargano-. Y luego agregó: “yo quiero que el Congreso del FA sea el que defina quién será el candidato. Si se vuelve a plantear que algún sector pide autorización para competir en las internas previstas por la Constitución, yo no me voy a oponer a que así sea como no me opuse en el 99 cuando compitieron Astori y Tabaré”. También se ha expresado el PVP a través de Carlos Cotiño, quien calificó de "antinatural" el hecho que "desde el Poder Ejecutivo se haga ese despliegue al punto de presionar la opinión de la fuerza política". Y recientemente lo hizo Lucía Topolansky (MPP); dijo que "es temprano para las definiciones electorales. El Congreso de diciembre será el que definirá las candidaturas".
Para nosotros, comunistas, lo primero es el programa. Ha sido siempre así. Primero tenemos que ponernos de acuerdo en el planteo que haremos al soberano, y recién después ver quienes son los compañeros más adecuados para llevar adelante ese programa. Entre otras cosas, porque de esa forma, quienes asuman las candidaturas para las próximas elecciones sabrán bien cual es el compromiso que adquieren ante la fuerza política que lo postula y ante la ciudadanía, y no al revés. Si el candidato es designado antes que el programa, es inevitable que influya en el resto de la fuerza política para que el programa releje su propio pensamiento. Pero además, porque el candidato no puede surgir de acuerdos de cúpulas, porque nuestro Frente Amplio es coalición y movimiento, y las bases, en cuestiones tan importantes como estas deben ser escuchadas. No rechazamos a ningún compañero frenteamplista, pero queremos que se discuta en la interna, que se muestren argumentos y se busque el consenso, y que eso se haga mientras se elabora, se discute y se aprueba el programa. Luego, todos saldremos a apoyar a quien surja de esa discusión.
Coincidimos con lo enunciado por los compañeros de la Vertiente Artiguista. El diputado Eduardo Brenta dijo a El País que en la Vertiente creen que "no es momento de acelerar las definiciones" y que, en ese sentido, preocupa que haya algunos "empujes" en la propia coalición de izquierda, donde "a veces parece que la discusión ya está cerrada". Consultado acerca de si el sector rechaza la candidatura del ministro Danilo Astori, afirmó: "No somos pro nadie ni anti nadie. No tenemos prejuicios, pero queremos que haya un debate". De la misma manera compartimos lo expresado por el compañero Gargano días pasados, en cuanto a que la dinámica instalada por los medios de comunicación que promueven determinadas candidaturas hace que nosotros discutamos acerca de esas candidaturas y no discutamos acerca del programa. “Yo necesito saber qué política exterior va a haber, qué política económica va a haber, qué política social va a haber y qué postura tiene cada uno de los muy buenos dirigentes del FA” –dijo Gargano-. Y luego agregó: “yo quiero que el Congreso del FA sea el que defina quién será el candidato. Si se vuelve a plantear que algún sector pide autorización para competir en las internas previstas por la Constitución, yo no me voy a oponer a que así sea como no me opuse en el 99 cuando compitieron Astori y Tabaré”. También se ha expresado el PVP a través de Carlos Cotiño, quien calificó de "antinatural" el hecho que "desde el Poder Ejecutivo se haga ese despliegue al punto de presionar la opinión de la fuerza política". Y recientemente lo hizo Lucía Topolansky (MPP); dijo que "es temprano para las definiciones electorales. El Congreso de diciembre será el que definirá las candidaturas".
Para nosotros, comunistas, lo primero es el programa. Ha sido siempre así. Primero tenemos que ponernos de acuerdo en el planteo que haremos al soberano, y recién después ver quienes son los compañeros más adecuados para llevar adelante ese programa. Entre otras cosas, porque de esa forma, quienes asuman las candidaturas para las próximas elecciones sabrán bien cual es el compromiso que adquieren ante la fuerza política que lo postula y ante la ciudadanía, y no al revés. Si el candidato es designado antes que el programa, es inevitable que influya en el resto de la fuerza política para que el programa releje su propio pensamiento. Pero además, porque el candidato no puede surgir de acuerdos de cúpulas, porque nuestro Frente Amplio es coalición y movimiento, y las bases, en cuestiones tan importantes como estas deben ser escuchadas. No rechazamos a ningún compañero frenteamplista, pero queremos que se discuta en la interna, que se muestren argumentos y se busque el consenso, y que eso se haga mientras se elabora, se discute y se aprueba el programa. Luego, todos saldremos a apoyar a quien surja de esa discusión.
Lorier lo expresó recientemente en forma bien clara: “No descartamos ninguna candidatura porque somos frenteamplistas y la candidatura que vayamos a apoyar es la que surja de las instancias orgánicas del FA. Cualquiera sea el resultado lo vamos a estar apoyando. En una primera instancia tenemos que buscar una candidatura más en relación con una cuestión programática y sobre todo con los contenidos del espacio democrático avanzado. La personalidad tiene que estar en sintonía con esta visión democrática avanzada”
27 de junio de 2008
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